El majestuoso «Túnel de la Luz» en Petra, Jordania, traza la antigua ruta hacia la ciudad, iniciando en la Presa y culminando en el misterioso Tesoro.
A lo largo de sus 1.2 km, este sinuoso sendero se despliega con un ancho que oscila entre 3 y 12 metros, y alcanza alturas impresionantes de hasta 80 metros. La roca, testigo de la historia, se presenta en su mayoría en su estado natural, mientras que la destreza de los nabateos se revela en aquella parte esculpida con maestría. Un viaje a través de este túnel es más que una travesía física; es una inmersión en la armonía entre la naturaleza y la habilidad humana que aún resuena en los corredores del tiempo.