El misterioso caso del OVNI de Kingman: ¿Qué oculta el gobierno de EE.UU.?
En mayo de 1953, la tranquila ciudad de Kingman, Arizona, fue el escenario de un acontecimiento que ha alimentado el misterio y la especulación durante décadas. Según recientes declaraciones de altos funcionarios del gobierno, un OVNI se estrelló en el desierto de Kingman, y fue inmediatamente confiscado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Esta historia, que ha capturado la imaginación de investigadores y escépticos por igual, ha salido a la luz gracias a documentos recientemente desclasificados y testimonios de testigos presenciales.
El Enigmático Accidente
El 21 de mayo de 1953, un objeto volador no identificado cayó desde el cielo, chocando contra el suelo árido de Kingman. A diferencia de otros incidentes similares, este supuesto accidente ha sido objeto de numerosos estudios y declaraciones, que lo sitúan entre los cinco casos de OVNIs más documentados en la historia de Estados Unidos.
Entre los testigos, destaca la figura de Fritz Werner, cuyo verdadero nombre es Arthur Stansel, un ingeniero de la Fuerza Aérea que participó en la investigación del sitio del accidente. Según informes, Stansel fue uno de los 40 individuos transportados al lugar en un autobús con las ventanas oscurecidas, impidiéndoles saber su ubicación exacta. Al llegar, se les informó que formaban parte de un proyecto secreto.
El OVNI, descrito como un artefacto de 14 pies de altura y 30 pies de diámetro, estaba hecho de un metal desconocido y se había incrustado 20 pulgadas en el suelo. Según los cálculos de Stansel, el objeto habría impactado el terreno a una velocidad de aproximadamente 1,200 millas por hora. Cerca del objeto, se encontraba el cadáver de un supuesto piloto, descrito como una figura de aproximadamente 4 pies de altura, vestido con un traje metálico plateado. Todo esto, bajo la estricta vigilancia de la policía militar.
La Operación Secreta y el Juramento de Silencio
Tras realizar sus investigaciones durante la noche, los miembros del equipo fueron obligados a jurar mantener en secreto todo lo que habían visto. Stansel, sin embargo, decidió romper su silencio 20 años después, firmando una declaración jurada en la que afirmaba la veracidad de lo que presenció.
A medida que pasaron los años, más detalles comenzaron a emerger. En 2003, el ex Subsecretario Adjunto de Defensa para Inteligencia, Christopher Mellon, reveló en una conversación con un alto miembro del gobierno estadounidense, cuyo nombre fue redactado, que el gobierno había confiscado el OVNI de Kingman. Según Mellon, estos artefactos son transportados a bases de la Fuerza Aérea y laboratorios científicos, donde son estudiados con gran detenimiento para descubrir cómo funcionan.
El Silencio del Gobierno
A pesar de los numerosos informes y testimonios, el gobierno de Estados Unidos ha mantenido su postura de no comentar oficialmente sobre el accidente de Kingman. Ni los miembros del Congreso contactados ni el Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes, que ha realizado audiencias sobre OVNIs, han ofrecido declaraciones al respecto.
El caso del OVNI de Kingman sigue siendo uno de los misterios más intrigantes en la historia de los avistamientos de objetos voladores no identificados en Estados Unidos. A medida que más personas y ex trabajadores del gobierno revelan información clasificada, la búsqueda de respuestas continúa. Sin embargo, la verdad detrás de lo que realmente sucedió en Kingman ese día de 1953 podría permanecer oculta para siempre, alimentando las teorías de conspiración y la curiosidad pública.
Este artículo invita a reflexionar sobre cuánto se desconoce y cuánto podría estar ocultando el gobierno respecto a incidentes como el de Kingman, dejando la puerta abierta para que el público forme sus propias conclusiones sobre uno de los mayores enigmas del siglo XX.
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