Es realmente revelador lo que encuentran en el sudario de Cristo

Alrededor del mundo especialmente en Europa y en medio oriente existen muchas reliquias sagradas de gran valor para el cristianismo que según la tradición pertenecieron a Jesús, María o alguno de los santos apóstoles. Sin embargo por primera vez en muchos años se presentan evidencias concretas que parecen indicar sin lugar a dudas que por lo menos dos de esas prendas sagradas: el sudario y la sábana santa, pertenecieron al mismo hombre que presumiblemente era Jesucristo, sigue leyendo y te contaremos los detalles de este revelador estudio del Centro Español de Sindonología.

Tomando como base el relato bíblico sabemos que el cuerpo de Jesús fue envuelto en sábanas y su cabeza fue cubierta con un sudario, ambas prendas estaban embalsamadas con hierbas exquisitas e incienso aromático para conservar el cuerpo del salvador. Dice el evangelio que cuando Simón Pedro fue a visitar el sepulcro de su maestro se percató de que el mismo estaba vacío dado que Cristo había resucitado, pero no se llevó consigo las sábanas y el sudario que le cubrieron sino que las dejó dobladas y ordenadas en cierto lugar del sepulcro y precisamente esos artículos que dejó Jesús al resucitar hoy son objeto de un riguroso estudio científico cuyos resultados preliminares son realmente sensacionales.

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El sudario mencionado en el evangelio se encuentra bajo resguardo en Oviedo, España desde el siglo VII y al comparar el mismo con las sábanas santas de Turín, la correlación entre ambas prendas es incuestionable, empezando por una prueba de ADN que comprobó que ambas reliquias pertenecieron al mismo hombre, dado que en ambas se encontró restos del mismo tipo de sangre. Además se sabe que una lanza atravesó el costado de Cristo mientras estaba colgado en la cruz, por lo que resulta evidente que al menos uno de sus pulmones fue perforado, pues tanto en la sábana como en el sudario se encontró coágulos de fibrina, una proteína que fluye de los pulmones.

También se tiene como una de las pruebas más certera es que en uno de los bordes del sudario existe una mancha de sangre que encaja a la perfección, como dos piezas de un rompecabezas con otra mancha de sangre encontrada en la sábana santa de Turín. No es posible tanta coincidencia evidentemente el sudario de Oviedo y la sábana santa de Turín pertenecieron al mismo hombre, solo falta confirmar al 100% si el mismo era Jesucristo, lo cual parece ser lo más probable.

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Source: Mundooculto.es