Nikola Tesla y otros científicos han creado dispositivos antigravedad que pueden flotar en el aire. Bob Lazar, quien trabajó como ingeniero en el Área 51, dice que ha hecho ingeniería inversa a un sistema de propulsión antigravedad de un OVNI.

John Hutchinson es otro ingeniero genio que ha creado una tecnología antigravitacional utilizando imanes y corriente alterna de alta frecuencia.
El británico Eric Laithwaite, apodado “El hombre antigravedad”, también ha realizado muchos experimentos y dispositivos que demuestran que cualquier rueda que gira a gran velocidad desarrolla capacidades antigravedad. Además, un denunciante, que trabajó para RCA y desea permanecer en el anonimato, dice que leyó un memorando en el que uno de los ingenieros de RCA experimentó con éxito un dispositivo antigravitatorio.

Recientemente, desde el año 2000, a medida que los ingenieros en mecánica cuántica han podido descifrar algunos fenómenos cuánticos, se han desarrollado una serie de dispositivos antigravedad cuánticos.
Otis T Carr, quien trabajó con Tesla, dice que inventó la máquina voladora propulsada por un motor antigravitatorio y que voló con éxito.

Desafortunadamente, después de su muerte, el FBI confiscó todos los cuadernos y notas de Tesla. Al igual que Tesla, Carr fue blanco de agencias gubernamentales que le advirtieron que guardara silencio sobre algunos de los proyectos de Tesla.

Las tecnologías antigravitatorias no se ponen a trabajar y se mantienen alejadas de los ojos del público porque inevitablemente conducen a vehículos, aviones y naves espaciales que pueden moverse libremente sin consumir petróleo, y eso conduciría al colapso de las compañías petroleras que patrocinan al gobierno de EE. UU. así como otros gobiernos.