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Hola amigos hoy les quiero hablar sobre una interesante ley de Titius-Bode, que afirma que entre el Jupiter y Marte debio existir un antiguo planeta Faeton.
Esta interesante teoria dice que Faeton era un planeta mas que orbitaba en nuestro sistema solar. Y que era mas pequeño que nuestra Tierra.
Tambien los ancestros tienen registro que en nuestro sistema solar habia un planeta mas, que el quel ahora ya no esta mas.
Pero si el planeta existio… nos obligamos a preguntar ¿Por que no esta mas? ¿Que le paso?
La teoria dice que un gran esteroide de inmensa proporcion choco contra Faeton.
Del golpe del impacto, Faeton fue despedazado violentamente. Y todos sus restos volaron en distintas direcciones de nuestro sistema solar.
Las partes desfragmentadas de Faeton chocaron en nuestra Luna, y por eso esta llena de crateres. Los restos que quedaron hoy se llaman cinturon de asteroides, que orbitan en nuestro sistema solar hasta el di de hoy.
Como resultado Marte y Jupiter cambiaron su orbita actual que tienen ahora. Y en la que orbitan hasta el dia de hoy.
Pero la pregunta mas aterradora y mas importante de todas es ¿Que fuerza hace falta para destruir un planeta? ¿O que habia en este planeta?
Segun los registros ancestrales, este planeta era habitado y los seres que lo habitaban eran miles de años adelamntados tecnologicamente. Ellos los llamaban dioses y que ellos visitaban la Tierra.
Hay diversas opiniones sobre qué causó el Cinturón de Asteroides, por ejemplo, Tom van Flandern, en sus obras: Hipótesis del Planeta que Explotó en Materia Oscura, Planetas Desaparecidos y Nuevos Cometas, afirma que un antiguo planeta principal entre Marte y Júpiter explotó hace cerca de unos 65 millones de años.
Van Flandern cree que este acontecimiento es el origen de la gran bombardeo de cometas y asteroides que finalizó el reinado de los dinosaurios sobre la Tierra.
Sin embargo, según Zecharia Sitchin en “El 12avo Planeta», las cuentas escritas dejadas por la perdida civilización sumeria afirman que Tiemat no falta, no está desaparecido, solamente se trasladó. Tiamat, es el planeta en el cual nos encontramos ahora.
Este artículo discutirá dos anomalías que sugieren que la Tierra estuvo alguna vez más lejos del Sol, sugiriendo que antes de un gran cataclismo, descrito en el babilónicoEnuma Elish, la Tierra era el planeta que los sumerios llamaron Tiamat. Según la cosmogonía sumeria /babilónica (génesis cósmico), el quinto planeta desde el Sol, Tiamat, fue relegado a la tercera posición por un desastroso acontecimiento, un ahora bien conocido por los seguidores de la Teoría del Planeta X.
En primer lugar, una sinopsis de la historia sumeria/babilónica de Tiamat está en orden.
Los antiguos textos sumerios indican que Tiamat fue golpeado por un gran planeta, el cual lo movió hasta su actual órbita, y también creó la Luna de la Tierra y el Cinturón de Asteroides.
En sus libros, El Doceavo Planeta y El Código Cósmico, Zecharia Sitchin describe esta «batalla celestial», como se describe en el texto babilónico Enuma elish babilónico.
El planeta «Marduk» (el sumerio «Nibiru»), al entrar como un reloj en el sistema solar, en su curso elíptico (retrógrado) de 3,600 años, golpeó a Tiamat, que se estaba moviendo en su órbita en dirección contraria a las agujas del reloj.
De acuerdo con las bien conocidas traducciones de Sitchin, uno de los satélites de Marduk golpeó primero a Tiamat, seguido por otras dos lunas de Marduk. Luego, Marduk mismo, una enorme entidad cósmica, golpeó Tiamat, estrellando la mitad del planeta en pedazos, que se convirtió en lo que los sumerios llamaron el gran brazalete.
La otra mitad del planeta, que fue alcanzado por una luna más pequeña de Marduk, fue catapultada a una nueva órbita, junto con un fragmento de un material que se convirtió en su luna. Según el Enuma Elish, lunas originales de Tiamat se dispersaron, muchas cambiando la dirección de sus órbitas y rotaciones.
De hecho, existe evidencia de este gran cataclismo en nuestro sistema solar hoy en día.
Tom van Flandern, un especialista en mecánica celeste en el Observatorio Naval de EE.UU., ha sugerido que la gran grieta de Marte podría ser el lugar de impacto de una antigua luna, las lunas de Neptuno muestran evidencia de alteración violenta, Mercurio era originalmente una luna de Venus , Marte tuvo alguna vez muchas más lunas, y Plutón y Caronte son lunas escapadas de Neptuno.
Van Flandern encuentra la rotación retrógrada de Venus peculiar, cree que nuestra Luna se originó en la Cuenca Terrestre del Pacífico, y él está de acuerdo en que probablemente hay un planeta sin descubrir, más allá de Plutón, que pertenece a nuestro sistema solar.
Además, el Hubble recientemente investigó uno de los asteroides más grandes, Vesta (imagen arriba), y encontró evidencia de capas diferenciadas, similares a los planetas terrestres, áreas distintivas de luz y oscuridad, como la cara de nuestra luna, y una geología similar a la Tierra, incluyendo evidencia de antiguos flujos de lava volcánica.
Conocimiento Imposible
Sitchin cree que el «conocimiento imposible» de los sumerios fue impartido por los «Anunnaki», viajeros del espacio, en una serie de textos que forman la base de la antigua ciencia y religión, y fue traducido a muchos idiomas, incluyendo al griego y al hebreo bíblico.
Según Sitchin, todas las antiguas mitologías se derivan de este conocimiento inicial impartido a los terrícolas por programas espaciales ETI que provienen de este díscolo, bola de boliche, Nibiru. Según Sitchin, los Anunnaki llamaron a nuestro planeta Eridu, lo que significa «hogar lejos de casa».
Sitchin también afirma en El Código Cósmico que los Anunnaki utilizaron sus detalladas cartas celestes para agrupar las estrellas en constelaciones, y honraban a sus dirigentes poniéndole a las constelaciones los nombres de ellos. Así, el dios sumerio EA, ( «cuya casa es el agua») fue honrado por los signos zodiacales de Acuario y Piscis, y los «sacerdotes que supervisaban su culto» estaban vestidos como Pescadores.
Enlil, el de la cabeza-fuerte, fue honrado por el signo de Tauro. Ninmah era Virgo. El guerrero Ninurta era Sagitario.
Con el tiempo, explica Sitchin, como segunda y tercera generación de «dioses» Anunnaki se unieron a la escena en la Tierra,
“todas las doce constelaciones zodiacales fueron asignadas a las contrapartes Anunnaki». Sostiene, “no los hombres, sino los dioses, idearon el zodíaco.»
El continente que los antiguos, llamaron Pangea probablemente representa la verdad prehistórica en cuanto a la formación terrestre en la Tierra después de haber sido involucrada en esta colisión.
Con el tiempo, los continentes luego se deslizaron hacia donde están ahora. Como lo señala Sitchin, las masas más grandes de la Tierra están, en su mayoría, a un solo lado, y los océanos se toman el resto del planeta. Mirando al globo terráqueo desde una distancia, si se quitara el agua, lo que queda es un «planeta hendido, partido,» que es el significado de «KI» – la palabra sumeria para la encarnación actual de la Tierra.
Según el Enuma Elish, la Tierra fue a parar como la tercera roca desde el sol después de esta acuosa calamidad. Aquí es donde la historia bíblica del Génesis recoge la historia, contando sólo como un comienzo, en el punto donde las aguas de estos dos grandes cuerpos se separaron en el firmamento, las aguas que pertenecientes a dos mundos rebotando a golpes en la noche.
Los actuales avances en la astronomía, de hecho, corroboran algunos aspectos de esta historia.
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