La caída del bebé
En 1930 en Detroit, un hombre llamado Joseph Figlock iba a convertirse en una figura de importancia asombrosa en la vida de una joven (y en apariencia increíblemente descuidada) mujer. Mientras Figlock caminaba por la calle, el bebé de la señora se cayó desde una alta ventana justo encima de él. Figlock evitó que el bebé golpease contra el suelo y ambos salieron ilesos del suceso. Justo un año después, el mismísimo bebé volvió a caer de la misma ventana, cayendo de nuevo encima del señor Figlock, que paseaba por la zona. Una vez más, ambos sobrevivieron al suceso.
En 1930 en Detroit, un hombre llamado Joseph Figlock iba a convertirse en una figura de importancia asombrosa en la vida de una joven (y en apariencia increíblemente descuidada) mujer. Mientras Figlock caminaba por la calle, el bebé de la señora se cayó desde una alta ventana justo encima de él. Figlock evitó que el bebé golpease contra el suelo y ambos salieron ilesos del suceso. Justo un año después, el mismísimo bebé volvió a caer de la misma ventana, cayendo de nuevo encima del señor Figlock, que paseaba por la zona. Una vez más, ambos sobrevivieron al suceso.