La carretera más antigua de Europa
La carretera más antigua de Europa se encuentra en la isla de Creta, una notable proeza de ingeniería de más de 3500 años de antigüedad. Esta calzada minoica se extiende a lo largo de unos 50 kilómetros y conecta la antigua ciudad de Cnosos con Gortina y Lebena.
Lo que hace que esta carretera sea tan extraordinaria es su avanzada construcción. Cuenta con desagües laterales para gestionar el agua de escorrentía, lo que ayudó a preservar la carretera durante milenios. La plataforma de la calzada está compuesta por un pavimento de bloques de arenisca de 20 centímetros de espesor, ajustados firmemente y unidos con un mortero de arcilla y yeso duradero.
Sobre esta base, se colocó una capa de losas basálticas para proporcionar una superficie lisa y resistente. La inclusión de arcenes separados, algo poco común en la época, demuestra una comprensión sofisticada del diseño de carreteras, lo que garantiza un viaje seguro y eficiente.
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