La NASA planea usar el Sol como telescopio gigante para estudiar planetas alienígenas


A pesar de parecer una historia de novela futurista, estamos hablando de un proyecto genuino que ha progresado hasta la fase III en el programa del Instituto de Conceptos Avanzados de la NASA. Esto implica que, con alta probabilidad, los astrónomos tendrán la capacidad de inspeccionar la superficie de planetas extraterrestres aprovechando al Sol como una lente amplificadora.
El fascinante proyecto de la NASA para ver mundos alienígenas
¡Es fascinante cómo la teoría de la relatividad de Einstein nos sigue sorprendiendo! En 1936, Albert Einstein publicó un “pequeño cálculo” que mostraba cómo el Sol podría utilizarse como un telescopio gigantesco. Ahora, con las nuevas tecnologías y el proyecto de la fase III del Instituto de Conceptos Avanzados de la NASA, ese día está cada vez más cerca.
La teoría general de la relatividad nos dice que los objetos gigantes en el universo curvan el espacio-tiempo, alterando la trayectoria de la luz. Esto no es solo una idea abstracta, sino algo que podemos observar regularmente al usar telescopios como el JWST. Cuando ampliamos el alcance del telescopio, podemos ver la luz que se ha curvado al pasar cerca de objetos masivos en su camino hacia la Tierra.
Einstein señaló que hay una región del Sistema Solar donde se concentra la luz procedente de detrás del Sol, desviada por la gravedad de nuestra estrella. Esta región se encuentra a unas 550 Unidades Astronómicas (UA) del Sol, siendo una UA la distancia entre la Tierra y la estrella. Si colocamos un telescopio en esa región, podríamos observar las superficies de planetas alienígenas o exoplanetas sin necesidad de diseñar enormes telescopios espaciales o conjuntos costosos.
Von Russel Eshleman propuso fabricar un telescopio de este tipo en un artículo para Stanford. Según él, el campo gravitacional del Sol actúa como una lente esférica que magnifica la intensidad de la radiación de una fuente distante a lo largo de una línea focal semiinfinita. En principio, una nave espacial en cualquier lugar de esa línea podría observar, escuchar y comunicarse a distancias interestelares utilizando equipos comparables en tamaño y potencia a los que se utilizan ahora para distancias interplanetarias. ¡Imaginemos las posibilidades de explorar el cosmos de esta manera!
Ahora sabemos que sí es posible

En efecto, la idea de usar lentes gravitacionales y una nave espacial para observar objetos distantes es fascinante. Aunque estamos limitados por la ubicación de los objetos y lo que se encuentra detrás de ellos, las posibilidades son emocionantes.
El proyecto de la fase III del Instituto de Conceptos Avanzados de la NASA propone colocar un telescopio en el lado opuesto del Sol al objeto distante que queremos observar. Esto aumentaría drásticamente el campo y la distancia de visión. La relación señal-ruido sería lo suficientemente alta como para reconstruir la imagen del exoplaneta con una resolución de superficie de escala de aproximadamente 25 km (15,5 millas), permitiéndonos ver características superficiales y signos de habitabilidad incluso en presencia de la corona solar.
Aunque Einstein no tenía esperanzas de ver este fenómeno directamente en su época, hoy en día parece más alcanzable. Por ejemplo, la sonda Voyager I alcanzó una distancia de poco más de 160 UA (unidades astronómicas) en 1977. El proyecto de la NASA propone usar una “arquitectura de enjambre” de satélites pequeños impulsados por velas solares para llegar a la posición requerida en menos de 25 años.
A pesar de los desafíos astronómicos, no es imposible. Es probable que podamos crear imágenes reales de las superficies de estos planetas alienígenas, aunque la distorsión introducida por las lentes gravitacionales y el desplazamiento de las naves espaciales a grandes distancias presentan obstáculos interesantes que debemos superar. ¡La exploración espacial sigue siendo un emocionante viaje hacia lo desconocido!
Autor MundoOculto.es