La primera ciudad de la Tierra donde gobernaron «reyes venidos del cielo»
Eridu fue una antigua ciudad de Mesopotamia, situada a 24 kilómetros al sur de Ur, en el actual sitio arqueológico de Tell Abu Shahrein. Se encuentra en lo que hoy es Irak, cerca de varias ciudades muy antiguas y no muy lejos de El Obeid, donde se desarrolló otra importante sociedad pre-sumeria.
Para los sumerios, Eridu era un lugar significativo porque, según ellos, fue allí donde la realeza “descendió del cielo” y se estableció el primer estado centralizado. Es probable que en la era sumeria, la ciudad estuviera conectada al estuario mediante canales y, según las epopeyas babilónicas, habría sido la primera ciudad creada en el mundo:
No había crecido una caña, no había sido creado un árbol, no había sido construida una casa, no había sido fundada una ciudad, y las tierras eran mar cuando Eridu fue creada.
Eridu era la ciudad más meridional del conjunto de Mesopotamia y un importante centro de culto al dios del agua, Enki.
Según la tradición sumeria, Eridu era la ciudad más antigua de Mesopotamia, donde el dios Marduk había creado el mundo.
La antigüedad de la ciudad fue confirmada por los arqueólogos en el siglo XX, datando los niveles más profundos de la excavación alrededor del 4900 a.C., a principios del período de El Obeid.
Hacia el 3800 a.C., la ciudad contaba con un importante santuario y un cementerio del cual se han descubierto unas mil tumbas. La ciudad formaba parte de la unidad cultural del período de El Obeid, que abarcaba todo el Oriente Próximo.
A finales de este período, se observan signos de declive, y Eridu fue eclipsada por la vecina ciudad de Ur.
Según la lista Real Sumeria, los primeros soberanos mitológicos, sucesores del reinado del firmamento, son los de Eridu
En Eridu, Alulim se convirtió en soberano y reinó durante 28,800 años. Alaljar gobernó durante 36,000 años. Estos dos reyes reinaron un total de 64,800 años. Después de esto, Eridu cayó y el reinado pasó a Bad-tibira.
Una de las cosmogonías de la leyenda sumeria, conocida hoy como la cosmogonía de Edigu, dice que la materia primordial del cosmos estaba formada por aguas dulces y saladas, personificadas en Apsu y Tiamat, quienes dieron origen al Firmamento y a la Tierra, que a su vez engendraron a todos los grandes dioses.
Otro mito de Eridu relata que Adapa, guardián de la ciudad, era uno de los siete sabios a quienes la tradición sumeria atribuía poderes extraordinarios. Era un mortal de linaje divino y, como los héroes griegos, se encontraba en el umbral entre dos mundos.
En una ocasión, mientras pescaba en el lago, el viento volcó su embarcación, y el sabio maldijo “las alas del viento”, dejándolo paralizado durante siete días. Ante esto, Anu, dios del firmamento, llamó al culpable para juzgarlo.
Antes de que Adapa se presentara ante él, Enki lo preparó, advirtiéndole que se mostrara humilde y no aceptara nada de lo que le ofrecieran. Finalmente, Adapa se presentó ante Anu, quien le ofreció el “alimento de la vida” que otorga poder a los dioses.
El sabio rechazó el alimento siguiendo el consejo de Enki, ante lo cual Anu lanzó una sonora carcajada. Si Adapa hubiera consumido el alimento de la vida, el efecto en él habría sido el contrario que en los dioses.
La Lista Real sumeria distingue una era “antediluviana” de una “postdiluviana”, entendiendo que la era “antediluviana” se desarrolló en Eridu.
En cualquier caso, esta ciudad fue la más notable en el panorama mesopotámico y donde se desarrollaron los cimientos de la civilización sumeria, que después de ese evento catastrófico fueron trasladados a otras ciudades como Kish y Uruk.
Después de que la realeza descendiera del cielo, Eridu reinó, atribuyéndose un origen divino a la monarquía.
· Alulim reinó 8 sars 28.800 años
· Alalgar reinó 10 sars 36.000 años
· En-menluana 12 sars 43.200
· En-mese Gal Ana 8 sars 28.800 años
· Danuzi reinó 10 sars 36.000 años
· En Sipad Zid Ana reinó 5 sars 21.000 años
· Ubara Tutukin reinó 4 sars 18.600 años
· Kurlan reinó 28.800 años antes del diluvio
· Zin Zuddu o Ziusudra, el Noe Sumerio que reinó 36.000 años hasta el diluvio.
Relato similar al diluvio bíblico. En el año 3200 a.C., ocurrió un gran desastre que devastó la Tierra al final del reinado de Ziusudra. En esa dinastía, había un soberano llamado A-maru, cuyo nombre simboliza el diluvio.
Estos son los diez soberanos sumerios que gobernaron en Eridu.
También hay diez patriarcas antediluvianos. Después de que el diluvio terminó y la realeza descendió del cielo, el poder pasó a Kish. En esta dinastía, ya se observa una reducción en la duración de la vida.
Después del diluvio, la vida se acortó gradualmente; el diluvio afectó negativamente la longevidad. El diluvio está registrado en los capítulos 6 al 9 del Génesis, pero también hay numerosos manuscritos babilónicos que relatan eventos similares, como la epopeya de Gilgamesh, la epopeya de Atrahasis y los escritos de Beroso.
En la India, el Vishnu Purana hindú menciona que Samvartaka volverá a destruir el cosmos con lluvias torrenciales, como ya ocurrió en eras pasadas.
En China, la tradición cuenta que Nu-wash se salvó junto a su esposa, tres hijos y las esposas de estos en una embarcación, llevando consigo una pareja de cada animal, alrededor del año 2300 a.C.
El Génesis de Eridu es un texto sumerio que narra la creación del mundo, la invención de las ciudades y el diluvio. Después de que el cosmos surgiera del caos marino, los dioses evolucionaron y crearon la humanidad, los animales y las ciudades.
Las ciudades y la realeza fueron establecidas, pero los dioses decidieron destruir a la humanidad con un diluvio. Ziusudra (Upnapishtim) de Eridu fue instruido por Enki (Ea) para construir un barco y sobrevivir al diluvio enviado por Enlil.
Después del diluvio, Ziusudra se postró ante An (Anu) y Enlil (Bel), y fue recompensado con la vida eterna por su piedad.
El Génesis de Eridu explica la creación del hombre por los cuatro grandes dioses [los Anunnaki]: An [‘Cielo’, la fuente de la lluvia y el más poderoso de los dioses], Enlil [‘Señor del viento’, el poder en el ‘Tiempo de crecimiento’, creador de la azada], Ninhursaga [‘Dama de la tierra pedregosa’, la madre de la vida silvestre], y Enki [rival de Ninhursaga].
Más tarde, Nintur [Ninhursaga] decidió transformar a la humanidad de su etapa nómada a una vida de asentamientos, comenzando cuando los animales prosperaron en la tierra y la realeza descendió del cielo.
Las primeras ciudades fueron construidas, nombradas y dotadas de sistemas económicos redistributivos, asignados a los dioses. La agricultura de riego se desarrolló, y la humanidad prosperó y se multiplicó.
Sin embargo, el ruido producido por la humanidad en sus asentamientos perturbó profundamente a Enlil, quien, exasperado, persuadió a los otros dioses para acabar con la humanidad mediante un gran diluvio.
Enki, actuando rápidamente, encontró una manera de advertir a su favorito, Ziusudra. Le dijo que construyera un barco para sobrevivir al diluvio con su familia y representantes de los animales.
Escrito Sumerio:
“Derriba la casa, construye un barco! Renuncia a las posesiones, busca la vida! Abandona las pertenencias, salva el alma! En el barco llevarás la semilla de todos los seres vivos. Ese barco construirás; Sus dimensiones serán medidas.”
La historia de la Creación y el Diluvio ha sido muy influyente. Entre los escritos que se inspiraron en ella están la epopeya de Atrahasis, la XI tablilla babilónica de la Épica de Gilgamesh, Beroso, el relato bíblico del Diluvio, y varias fuentes griegas y romanas, como Ovidio.
La transcripción del Génesis de Eridu que se ofrece aquí es una adaptación de una transcripción hecha por Thorkild Jacobson. Comienza después de un largo silencio, donde probablemente se describió la creación del hombre.
Autor MundoOculto.es