La Tabla Periódica de los Elementos pudo no haber existido.

La Tabla Periódica de los Elementos pudo no haber existido. 
Su creador, Dmitri Mendeléyev, tuvo que recorrer más de 3.000 km desde Siberia para acceder a una universidad… y fue rechazado.
 
Pero, por suerte para la ciencia, no se rindió.
Nacido en Tobolsk en 1834, Dmitri fue el menor de una numerosa familia. Su infancia estuvo marcada por la tragedia: su padre quedó ciego y perdió su empleo como profesor. Su madre, María, tomó las riendas de una fábrica de vidrio en ruinas para mantener a sus hijos. Tras la muerte del padre y la pérdida de la fábrica, emprendió un viaje épico con Dmitri hasta Moscú, en busca de educación para él. Aunque allí le negaron la entrada, ella insistió y llegaron hasta San Petersburgo, donde fue aceptado en el Instituto Pedagógico Principal.
La vida le seguiría presentando desafíos: la muerte de su madre y hermana, y su lucha contra una enfermedad pulmonar. Sin embargo, bajo la guía del químico Alexander Voskresensky, descubrió su pasión por la química. Enseñó en Crimea, recuperó su salud y, en 1856, obtuvo su título de máster.
Con una beca estatal, viajó a Europa y estudió en la Universidad de Heidelberg con científicos como Bunsen y Kirchhoff. En 1869, presentó su obra maestra: la Tabla Periódica, una estructura que organizó los elementos conocidos… y predijo otros aún no descubiertos.
Mendeléyev no solo ordenó la materia. Demostró que la ciencia también se construye con perseverancia y determinación.

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