La Tlahuelpuchi,vampiro tlaxcalteca (México)

En la tradición oral de Tlaxcala, una de las 32 entidades federativas de México, existen unos seres sobrenaturales que reciben el nombre de Tlahuelpuchi. Dicho nombre significa en lengua náhuatl «sahumador luminoso». Los tlahuelpuchis se conocían ya en la época prehispánica como chamanes que tenían la capacidad de ser nahuales; es decir, de convertirse a su arbitrio en animales malvados que podían transformarse en fuego o que lanzaban llamaradas a sus víctimas por la boca, como dragones del mal.

En la actualidad, a las tlahuelpuchis se les considera como mujeres que son brujas a la vez que una especie sui generis de vampiro. Dice la leyenda que existen también hombres tlahuelpuchis, pero son los menos.

vampiros

Se dice que las tlahuelpuchis son aquellas mujeres que chupan la sangre a los bebés. Estos individuos tienen el poder sobrenatural de transformarse en animales, principalmente en aves y, dentro de esta especie, el guajolote(pavo con los patrones de un pavo silvestre) es el más común.

vampirs prehispanicos

Entre las características que los tlaxcaltecas le han dado a las tlahuelpuchis es que éstas se convierten a la primera menstruación de la joven y de ahí en adelante tendrá la necesidad de chupar sangre de dos a cuatro veces al mes; la única manera de hacer que no haga daño es matándola.

vampirismo

Las tlahuelpuchis no pueden transformarse en animales en presencia de la gente normal, para ello la hipnotizan o se retiran a donde no puedan ser vistas. El rito que realizan para adquirir este don de transformación, según se cuenta, se hace el último sábado de cada mes, después de la media noche.

tlahuelpuchi

Para lograr la transformación, se dice que La Tlahuelpuchi tiene un rito:

«En la cocina de sus casas, las tlahuelpuchis hacen fuego con madera de capulín, copal, raíces de agave y hojas secas de zoapatl; cuando el fuego está ardiendo, la mujer camina sobre el tlecuil tres veces de norte a sur y de este a oeste; después se sienta sobre el fuego mirando al norte y sus piernas y pies se separan del resto del cuerpo. Toda ella es transformada en perro y coloca las piernas y sus pies sobre el tlecuil en forma de cruz.

La Tlahuelpuchi,vampiro tlaxcalteca(Mexico)

Otro de los rasgos que distinguen a estas macabras criaturas o personas, es la luminosidad por la que se hacen acompañar, como si una bola de fuego rodara con ellas, además de un tenue olor a sangre.

La creencia es que el deseo de las Tlahuelpuchis por chupar sangre aumenta con el tiempo frío y lluvioso. Los bebés que prefieren estas mujeres tienen entre tres y diez meses de edad, pues se cree que es la sangre de mejor gusto y la más fortificante.

vampiros

La mayoría de las chupadas ocurren entre la media noche y las cuatro de la mañana. En ese horario se dice que las tlahuelpuchis merodean en busca de víctimas; al acercarse a las casas se convierten en guajolote o en insecto y el siguiente paso es hipnotizar a los habitantes de la casa con su vaho. Una vez que todos duermen, La Tlahuelpuchi vuelve adquirir su forma humana, chupa al niño y sale de la casa dejando la puerta entreabierta.

vampirs prehispanicos

Pero como todo fenómeno, «la chupada de la bruja» como también se le conoce cuando la Tlahuelpuchi hace de las suyas, también tiene su antídoto entre los habitantes de la Tlaxcala rural.

Los métodos que se utilizan para proteger a los bebés son un pedazo de metal brillante, un cuchillo o una caja de agujas o alfileres debajo de la cuna o cerca del petate donde duerme la probable víctima; unas tijeras abiertas, una cruz hecha con monedas en la cabecera de la cuna, un espejo o una cubeta de agua cerca de la puerta o donde duerme el niño; pero lo más efectivo, según creencias, son dientes de ajo envueltos en una tortilla y colocados en el pecho del bebé o varios pedazos de cebolla regados. Aunque con ese remedio, no solo los vampiros saldrían volando.

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En la tradición oral de Tlaxcala, una de las 32 entidades federativas de México, existen unos seres sobrenaturales que reciben el nombre de Tlahuelpuchi. Dicho nombre significa en lengua náhuatl «sahumador luminoso». Los tlahuelpuchis se conocían ya en la época prehispánica como chamanes que tenían la capacidad de ser nahuales; es decir, de convertirse a su arbitrio en animales malvados que podían transformarse en fuego o que lanzaban llamaradas a sus víctimas por la boca, como dragones del mal.

En la actualidad, a las tlahuelpuchis se les considera como mujeres que son brujas a la vez que una especie sui generis de vampiro. Dice la leyenda que existen también hombres tlahuelpuchis, pero son los menos.

Se dice que las tlahuelpuchis son aquellas mujeres que chupan la sangre a los bebés. Estos individuos tienen el poder sobrenatural de transformarse en animales, principalmente en aves y, dentro de esta especie, el guajolote(pavo con los patrones de un pavo silvestre) es el más común.

Entre las características que los tlaxcaltecas le han dado a las tlahuelpuchis es que éstas se convierten a la primera menstruación de la joven y de ahí en adelante tendrá la necesidad de chupar sangre de dos a cuatro veces al mes; la única manera de hacer que no haga daño es matándola.

Las tlahuelpuchis no pueden transformarse en animales en presencia de la gente normal, para ello la hipnotizan o se retiran a donde no puedan ser vistas. El rito que realizan para adquirir este don de transformación, según se cuenta, se hace el último sábado de cada mes, después de la media noche.

Para lograr la transformación, se dice que La Tlahuelpuchi tiene un rito:

«En la cocina de sus casas, las tlahuelpuchis hacen fuego con madera de capulín, copal, raíces de agave y hojas secas de zoapatl; cuando el fuego está ardiendo, la mujer camina sobre el tlecuil tres veces de norte a sur y de este a oeste; después se sienta sobre el fuego mirando al norte y sus piernas y pies se separan del resto del cuerpo. Toda ella es transformada en perro y coloca las piernas y sus pies sobre el tlecuil en forma de cruz.

Otro de los rasgos que distinguen a estas macabras criaturas o personas, es la luminosidad por la que se hacen acompañar, como si una bola de fuego rodara con ellas, además de un tenue olor a sangre.

La creencia es que el deseo de las Tlahuelpuchis por chupar sangre aumenta con el tiempo frío y lluvioso. Los bebés que prefieren estas mujeres tienen entre tres y diez meses de edad, pues se cree que es la sangre de mejor gusto y la más fortificante.

La mayoría de las chupadas ocurren entre la media noche y las cuatro de la mañana. En ese horario se dice que las tlahuelpuchis merodean en busca de víctimas; al acercarse a las casas se convierten en guajolote o en insecto y el siguiente paso es hipnotizar a los habitantes de la casa con su vaho. Una vez que todos duermen, La Tlahuelpuchi vuelve adquirir su forma humana, chupa al niño y sale de la casa dejando la puerta entreabierta.

Pero como todo fenómeno, «la chupada de la bruja» como también se le conoce cuando la Tlahuelpuchi hace de las suyas, también tiene su antídoto entre los habitantes de la Tlaxcala rural.

Los métodos que se utilizan para proteger a los bebés son un pedazo de metal brillante, un cuchillo o una caja de agujas o alfileres debajo de la cuna o cerca del petate donde duerme la probable víctima; unas tijeras abiertas, una cruz hecha con monedas en la cabecera de la cuna, un espejo o una cubeta de agua cerca de la puerta o donde duerme el niño; pero lo más efectivo, según creencias, son dientes de ajo envueltos en una tortilla y colocados en el pecho del bebé o varios pedazos de cebolla regados. Aunque con ese remedio, no solo los vampiros saldrían volando.