Los avistamientos de Cristóbal Colón
El Triángulo de las Bermudas ha sido uno de esos lugares en el mundo que siempre ha estado rodeado de misterio y durante años se han reportado numerosos casos de desapariciones, extraños sonidos y visiones de luces enigmáticas en toda el área. Debido a esta cantidad de casos sin resolver podría considerarse el lugar más enigmático del mundo, o al menos, uno de ellos.
El Triángulo de las Bermudas ocupa una extensión de 1,1 millones de kilómetros cuadrados extendiéndose desde Miami, Puerto Rico y las Bermudas, de ahí su nombre.
Pero la historia de los extraños acontecimientos que suceden en esta zona no es reciente. Ya los primeros casos fueron reportados por el famoso marino y navegante Cristóbal Colón el cual llevaba un diario de todos los detalles de sus viajes.
Justo antes de que Colón entrara en el Triángulo de las Bermudas ya informó de problemas con la brújula y a la noche siguiente pudo ver como una gran bola de fuego se hundía en el océano. También vió aparecer luces extrañas y observó algunos fenómenos meteorológicos curiosos.
Su diario contiene algunas anotaciones interesantes. La primera de ellas está fechada el domingo 15 de septiembre de 1492:
“Ellos navegaron aquel día y noche 27 leguas y algunos más en su camino al oeste. Y en esta noche, al comienzo de la misma, vieron un maravilloso ramo de fuego que caía del cielo al mar distante de ellos cuatro o cinco leguas.”
La siguiente anotación tiene fecha del 17 de septiembre del mismo año:
“Tomaron los pilotos el Norte marcándolo, y hallaron que las agujas noroesteaban una gran cuarta, y temían los marineros y estaban penados y no decían de qué. Conociólo el Almirante; mandó que tornasen a marcar el Norte en amaneciendo, y hallaron que estaban buenas las agujas. La causa fue porque la estrella que parece hace movimiento, y no las agujas.”
A pocas horas de que Colón avistara tierras americanas realizó otra anotación en su diario, con fecha 11 de octubre de 1492:
“Después del sol puesto, navegó a su primer camino, al Oeste, andarían 12 millas cada hora, y hasta 2 horas después de medianoche andarían 22 millas, que son 22 leguas y media. Y porque la carabela Pinta era la más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señas que el Almirante había mandado. Esta tierra vio primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra” (…) “después de que el Almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una vela de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos parecía ser indicio de tierra”.
Como vemos, estos registros dejan claro que estos fenómenos alrededor del Triángulo de las Bermudas no es algo que ha sucedido en el siglo XX. El misterio viene de más atrás en el tiempo.