Los Igigi aquellos que llegaron con los Anunnaki

Hace 450.000 años, los Anunnaki descendieron a la Tierra con un objetivo: encontrar oro, un recurso invaluable para su supervivencia.No llegaron solos. Trajeron consigo a los Igigi, un grupo de 600 «trabajadores celestiales» que se establecieron en África y construyeron imponentes estructuras para facilitar la extracción de las riquezas minerales del continente.
Los Igigi, descritos como figuras enigmáticas con largas barbas, cabello suelto y grandes alas, eran considerados una clase inferior de dioses, previos a la creación de los humanos, y frecuentemente comparados con los ángeles. Sin embargo, la antigua leyenda acadia de Atrahasis revela el lado oscuro de su historia: obligados a trabajar bajo las exigencias de los Anunnaki, los Igigi soportaron arduas y agotadoras tareas.
La intensa búsqueda de oro por parte de los Anunnaki, crucial para su subsistencia, acabó llevando a los Igigi al límite. Incapaces de soportar más su carga, estos seres se rebelaron contra sus superiores. Fue entonces cuando los Anunnaki decidieron crear a los humanos, una nueva especie destinada a asumir las tareas más duras que los Igigi habían abandonado.
Este relato fascinante, que mezcla mito y especulación, ofrece una perspectiva única sobre cómo las antiguas civilizaciones podrían haber interpretado la intervención divina y los orígenes de la humanidad.