Los ovnis están investigando activamente nuestras capacidades nucleares: Cuales son sus intenciones?
Desde que Estados Unidos detonó la primera bomba atómica en 1945, se han registrado con frecuencia ovnis cerca de lugares de pruebas y de importantes instalaciones de almacenamiento de armas nucleares. Se han documentado numerosos incidentes en Estados Unidos, Gran Bretaña, la ex Unión Soviética y Rusia. Hasta ahora, este tema ha estado altamente clasificado. Sin embargo, la senadora demócrata de Nueva York Kirsten Gillibrand ha indicado que pronto se celebrarán «audiencias sorprendentes» sobre el asunto en el Congreso de Estados Unidos.
La pregunta principal que Washington intenta responder es: ¿por qué los ovnis examinan nuestras armas nucleares? ¿Su intención es impedir el uso de esas armas en un posible conflicto, protegiendo así a la humanidad? ¿O están analizando las capacidades de lo que podrían ser las armas más formidables de un posible adversario en preparación para la colonización?
Los documentos que el Congreso de Estados Unidos examinará han sido recopilados por el investigador Robert L. Hastings, quien ha entrevistado a numerosos militares estadounidenses que presenciaron ovnis en las proximidades de instalaciones nucleares. Si bien no pudo entrevistar a oficiales de Rusia, China e India, los testimonios sugieren que los ovnis están vigilando no solo el arsenal nuclear estadounidense, sino todas las bases principales de la humanidad.
Las razones pueden variar, pero una de las principales podría ser la autopreservación: podrían estar preparándose para neutralizar nuestras armas nucleares para evitar que las usemos ampliamente.
El segundo punto también se refiere a la desactivación, aunque por una razón distinta. Es posible que las naves que orbitan la Tierra sean meramente de reconocimiento, tripuladas por entidades artificiales, biorobots. Su misión podría ser la de preparar el planeta para la llegada de extraterrestres y su posterior colonización. Como las armas nucleares representan el medio de defensa más formidable de la humanidad, sería necesario neutralizarlas.
Entre las teorías que se barajan se encuentra la posibilidad de que nadie de otros planetas nos haya visitado. Los ovnis podrían representar un reconocimiento por parte de otra civilización que podría estar ubicada en las profundidades del océano, en las capas internas de la Tierra o en la Antártida. Además, existe el concepto de incursiones desde universos paralelos.
De hecho, existe una intrigante teoría que sugiere que los ovnis son naves espaciales extraterrestres, pero no de más allá de nuestro sistema solar. El astrofísico ruso, profesor Kirill Butusov (1929-2012), postuló la existencia de un planeta gemelo de la Tierra, llamado Gloria, oculto a nuestra vista por el disco solar.
“El astrónomo aclaró que dentro de la órbita de la Tierra, justo detrás del Sol, se encuentra un punto conocido como punto de libración”, explicó el astrónomo. “Gloria debe estar allí porque, al girar en sincronía con la Tierra, permanece perpetuamente oculto detrás del Sol. Además, no es visible desde la Luna. Para observarlo, habría que viajar 15 veces más lejos”.
En teoría, podrían ser naves de una nación contemporánea, pero sus trayectorias de vuelo y otras características físicas no tienen paralelo en las tecnologías terrestres conocidas. Si un país hubiera avanzado hasta tal punto, probablemente aplicaría este conocimiento más allá de la creación de ovnis, incluidos otros dominios. Además, considerando el alcance de las operaciones de inteligencia, mantener un secreto de ese calibre durante décadas sería altamente improbable.
Existe una perspectiva que descarta las discusiones sobre extraterrestres y otras civilizaciones como mera ficción, diseñada para distraer a los estadounidenses de los problemas internos e influir en los resultados electorales a favor de los demócratas. Sin embargo, no queda claro por qué la noción de “extraterrestres” no sería igualmente ventajosa para los republicanos. Además, la abundancia de fotografías y videos de ovnis capturados en todo el mundo hace que sea difícil descartar estos sucesos como meras invenciones.
Los primeros avistamientos de ovnis se registraron en Los Álamos en 1943, el lugar donde se desarrollaba el Proyecto Manhattan dirigido por Robert Oppenheimer. Un memorando del FBI fechado el 31 de enero de 1949 menciona observaciones de “discos voladores, platillos volantes y bolas de fuego”. Además, se han registrado numerosos avistamientos de ovnis en la base Sandia de Albuquerque, donde se realizaron más pruebas de armas atómicas, y en el laboratorio Oak Ridge, donde se produce material fisible.
Durante las pruebas de la bomba de hidrógeno Castle, el mayor artefacto nuclear jamás detonado por Estados Unidos, se observó un barco no identificado cerca del lugar de las pruebas. Posteriormente, se han avistado ovnis con frecuencia cerca de instalaciones nucleares. En febrero del año anterior, el presidente estadounidense Joe Biden ordenó la formación de un grupo interinstitucional para investigar el “fenómeno ovni” tras múltiples incidentes en los cielos de Estados Unidos y Canadá.
John Kirby, Coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, observó que si bien el interés en este fenómeno existe desde hace mucho tiempo, los esfuerzos serios para dilucidarlo comenzaron únicamente con la administración Biden.
Recientemente, Jay Stratton, ex director del grupo de trabajo encubierto del gobierno estadounidense sobre fenómenos aéreos no identificados, se comprometió a revelar secretos y hallazgos al público. Mientras tanto, el mentalista israelí Uri Geller ha afirmado que los extraterrestres nos están observando actualmente.
“Nos estamos preparando para el contacto. Será impresionante”, afirmó, sugiriendo que esto podría ocurrir dentro de 60 a 75 años.
Recientemente, testigos presenciales captaron imágenes de lo que se describió como un enorme ovni adornado con numerosas luces intermitentes y giratorias, ubicado a 60 millas de la base nuclear de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en Malmstrom. El Comité de Servicios Armados del Senado está listo para entregar un «informe de progreso sobre la evaluación y el análisis de fenómenos aéreos no identificados».
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