Memorándum del FBI: Avistamientos de Platillos Voladores y Cuerpos Extraterrestres en los Años 40

Memorándum del FBI: Avistamientos de Platillos Voladores y Cuerpos Extraterrestres en los Años 40

Durante la década de 1940, los informes sobre objetos voladores no identificados (OVNIs) alcanzaron tal cantidad que el FBI se vio obligado a destruir muchos de ellos debido a la falta de espacio. Esta medida, reflejada en documentos desclasificados y disponibles en la «Bóveda» del FBI bajo la Ley de Libertad de Información, revela cómo se gestionaron los avistamientos de platillos voladores en aquel entonces.

Estos documentos arrojan luz sobre la percepción y el manejo de los fenómenos aéreos no identificados por parte del FBI durante ese periodo crítico en la historia de los avistamientos de OVNIs en Estados Unidos. La política de destrucción de archivos plantea preguntas sobre la pérdida de información valiosa y el impacto que tuvo en el estudio de los fenómenos aéreos inexplicables.

Documentos Olvidados en la Bóveda

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En marzo de 1950, el agente especial Guy Hottel redactó un memorando dirigido a J. Edgar Hoover, entonces director del FBI. En él, Hottel documentaba el testimonio de un investigador de la Fuerza Aérea sobre tres «platillos voladores» estrellados en Nuevo México, cada uno con cuerpos no humanos a bordo. Estos platillos, de forma circular con centros elevados y aproximadamente 50 pies de diámetro, albergaban humanoides de 3 pies de altura, vestidos con trajes metálicos finos. Se sugirió que un radar gubernamental de alta potencia pudo haber interferido con sus sistemas de control, ocasionando su caída.

No obstante, la gran cantidad de informes sobre OVNIs recibidos por el FBI fueron considerados irrelevantes para las investigaciones de la oficina y descritos como carentes de interés. Esto llevó a la acumulación de archivos «muy voluminosos» y a la decisión de destruir muchos de ellos, una política que ha generado debates sobre la posible pérdida de información valiosa. Aunque no todos los informes fueron desechados, la decisión de eliminar muchos de ellos deja preguntas sin respuesta sobre la gestión de estos fenómenos.

En 2011, tras la popularidad del memorando entre creyentes en los OVNIs, el FBI emitió una declaración desestimando su contenido y calificándolo como un «rumor de segunda o tercera mano». Sin embargo, el documento sigue siendo de interés y especulación, reforzando su relevancia histórica en el estudio de fenómenos aéreos inexplicables. La política del FBI de destruir informes sobre OVNIs en la década de 1940 plantea cuestiones sobre los documentos valiosos que podrían haberse perdido y los secretos que aún podrían estar ocultos en los archivos gubernamentales.

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