Metales de la antigüedad
Oricalco
Metal precioso e inoxidable de la mítica Atlántida descripta por Platón, («Diálogos» de Timeo y Critas), que revestían templos, puentes y palacios con grandes reflejos de fuego.
Según estos escritos este metal sería el segundo metal más valioso y minó por muchas partes de la Atlántida. La palabra Orichalcum significa «cobre de montaña» y deriva del griego.
Muchos especialistas en metales e historiadores de la minería, el oricalco u orichalcum no es más que una aleación de cobre, zinc y plomo.
Sin embargo, la referencia dada por Platón en «Critias» elimina la posibilidad de que sea una aleación de metales, ya que «se le extraía de la tierra en muchos lugares de la isla» (Critias, 114).
El investigador británico James Allen, quien propone la teoría de ubicar la Atlántida en el Altiplano andino (específicamente en Pampa Aullagas), establece que el oricalco corresponde a la aleación natural de oro y cobre que existe en forma única y abundante en esa región (minas en Urukilia, muy cerca de Pampa Aullagas), de la cual hay hecha gran cantidad de artesanía rescatada por la arqueología.
En enero de 2015 encontraron lo que podía ser un barco cargado de dicho elemento en un barco hundido en el sur de Sicilia, en el mar de Gela. El pecio, correspondiente a la primera mitad del siglo VI, cargaba 39 lingotes de este metal formado, según la prueba de rayos X, de cobre (75-80%), zinc (15-20%), níquel, plomo y hierro.
Hallan 39 lingotes de oricalco, un metal legendario
https://es.wikipedia.org/wiki/Orichalcum
Schliemann
Descubridor de Troya, dice haber encontrado autentico «oricalco», los análisis químicos y microscópicos dieron un compuesto de platino, aluminio y cobre, aleación no existente en el pasado.
Inoxidables de la antigüedad
Columna Alemania hombre de hierro
En Alemania, Kottenforst (cerca de Bonn) se halla una columna cuadrada denominada «hombre de hierro», que a pesar de ser muy antigua, sin saberse su origen y edad, no ha sufrido oxidación alguna.
El pilar se prolonga 30 metros bajo la superficie.
Columna Kudasai o Kudasaadri
Otra columna similar esta en Kudasaadri, en las laderas de una montaña piramidal con cuevas que habitaron los antiguos rishis, esta de forma rectangular y de hierro que tampoco fue atacada por el oxido en forma inexplicable.
Pilar de Ashoka en Nueva Delhi
Pero la más conocida es una columna de 7 mts de altura, 0,5 mts de diámetro y unas 6 toneladas de peso denominada «Pilar de Ashoka» en Nueva Delhi, India mas precisamente en el patio de la mezquita Kuwat-ul-Islam.
Esta inmune al oxido a pesar de tener un 99,78% de hierro.
Tiene un grabado en 413 d.c., pero reconocida como mucho más antigua.
Como un objeto sagrado, ninguna investigación ha sido posible.
Investigadores Indios creen que la columna fue realizada mediante un proceso llamado «Soldeo de Fragua», que consta de poner hasta 200 cilindros de hierro fundidos uno dentro de otro, para luego someterlos a un fundidos con carbón vegetal.
Metalúrgicos del Instituto Indio de Tecnología de Kanpur anunciaron su teoría dice que durante los tres años se habría formado naturalmente una fina capa de «misawite», protección por catálisis, gracias a la concentración importante de Fósforo. Hay que considerar que el uso del fósforo haría más frágil el hierro.
Metales Extraños
El Dorje – Tibet
La tradición budista de Tíbet, explica que el bastón o cetro del porvenir, que cayo del cielo y con apariencia metálica, es denominado «Poseedor del Rayo» el cual es guardado por el Dalai Lama.
Aluminio de la Antigüedad
Se lo considera el metal del siglo XX, ya que se descubrió en 1827 pero su utilización comienza en 1888 por su difícil proceso de obtención a partir de altas temperaturas (1000º C), y para su uso masivo (1900) es necesario el uso de la electricidad bajo el proceso electrolítico.
Pero parece no ser esta toda la historia del aluminio, o por lo menos sus comienzos. En 1956 se descubrió la tumba de un general chino «Tsao Chu» (Chao Chu) (360 dC.) que entre sus objetos funerarios en su lujosa tumba se encontró un cinturón que su hebilla fue fabricada de aluminio, con el análisis posterior de su composición se obtuvo que el porcentaje de aluminio llegaba inexplicablemente al 85 %, es decir que este no es de ninguna forma un caso fortuito, sino que de alguna forma desconocida obtuvieron aluminio nada menos que 1600 años antes que el resto del mundo.
Otros hallazgos de aluminio fueron en América precolombina más precisamente en México, proveniente de la cultura Olmeca – Maya, y en el Perú de la cultura Inca o anterior a esta.
Según el investigador y escritor Erich von Daniken también se encontró aluminio de la antigüedad en: Australia, Francia, Sudáfrica, Chile, India y Líbano; y fue en este ultimo que se obtuvo del análisis de rocas vítreas (tectitas), procesos de altísima temperatura y ataques radioactivos que fueron sometidos artificialmente en estas rocas, algo inexplicable.
El tren de aterrizaje de aluminio 250 mil años
Cuña de Aiud
Descubierto en el verano de 1973, este artefacto fuera de lugar (oopart) ha sorprendido tanto a creyentes y algunos escépticos por igual por más de 40 años, e incluso ahora en la llamada edad moderna, aún no existe una explicación concluyente. Esta es la historia del tren de aterrizaje de aluminio (llamado The Aluminum Heel), un antiguo artefacto descubierto entre los restos fosilizados de mamuts. Esto sería un descubrimiento más, sino fuera porque el aluminio según la historia recién fue descubierto a finales del siglo XIX (19).
El investigador Boczor Losif investigó el hallazgo y informó que la cuña fue descubierta debajo de 35 pies de arena. Dos huesos de mastodonte fueron encontrados, según se informa, cerca de la cuña.
Un informe realizado por Lars Fischinger afirma que él y un asociado, el Dr. Niederkorn, analizaron la cuña en el Instituto de investigación y diseño. Determinó que el artefacto era una aleación metálica compuesta por 12 diferentes metales. Su lista de informe muestra que el aluminio compone aproximadamente el 89 por ciento del objeto, el resto aparecen como: «6,2% cobre silicio 2,84% y 1,81% de zinc / 0,41% plomo / estaño 0,33% y 0,2% circonio / 0,11% cadmio / 0.0024% / níquel / 0, 0023% cobalto / bismuto 0.0003% / 0,0002% plata y trazas de Galium.»
El resultados de la prueba habían desconcertado a los dos investigadores ya que el aluminio no fue descubierta hasta principios de 1800. Fischinger observa que la producción comercial de aluminio requiere fundir el mineral a temperaturas de hasta 1.000 grados Fahrenheit.
Inicialmente, el objeto se pensaba que tenía unos 400 años de antigüedad. Eso cambió drásticamente cuando analizaron cuidadosamente la cantidad de oxidación cubriendo la cuña. Tuvieron que reajustar los años, no por cientos, sino por miles de años.
Ahora se ha estimado que la cuña de Aiud puede remontarse a 18.000 A.C. Esa fecha coincide con la edad de los Vimanas.
Después se analizaron los resultados de la prueba, la cuña fue enviada al Museo de la historia en Transilvania, Rumania, donde se lo coloco en un estante, inalterado en su posición, durante dos décadas.
Finalmente, en 1995, otro investigador rumano, Florian Gheorghita, se topó con el artefacto en el sótano del Museo. A la cuña se le hicieron pruebas una vez más. Esta vez en dos laboratorios diferentes: el Instituto Arqueológico de Cluj-Napoca y un laboratorio suizo independiente. Las pruebas confirmaron los resultados al que llegaron Fischinger y Niederkorn.
Gheorghita escribió en la publicación Ancient Skies (Cielos Antiguos) donde preguntó a un ingeniero aeronáutico sobre los estudios del artefacto. El ingeniero señaló la configuración y el agujero perforado en la cuña y afirmó que un patrón de abrasiones y arañazos en el metal lo llevó a creer que era parte de un tren de aterrizaje de algún avión.