¿Nos han mentido sobre la Luna y lo que hay en ella?

La posibilidad de que existan artefactos de visitas extraterrestres en nuestro sistema solar no puede ser descartada. Incluso es plausible que haya algún tipo de base, posiblemente automática, que dé continuidad a las expediciones sucesivas. Debido a las condiciones adversas y al riesgo de detección e interferencia por parte de los habitantes de la Tierra, sería más prudente no establecer una base de este tipo en la superficie terrestre. La Luna se presenta como una alternativa razonable. Los futuros reconocimientos fotográficos de alta resolución de la Luna, especialmente de su cara oculta, podrían considerar estas posibilidades.

La Luna ha sido objeto de controversia durante mucho tiempo. Filtraciones, investigaciones e información de fuentes muy creíbles han sugerido durante décadas que nuestra Luna no es lo que creemos, y que hay, o al menos hubo, algún tipo de presencia extraterrestre en ella.

Aunque pueda parecer una “teoría conspirativa descabellada”, para alguien como yo, que lleva más de 15 años investigando el fenómeno OVNI/extraterrestre, esta posibilidad parece más probable que no. Tal vez sea parcial.

En el verano de 2022, una enmienda bipartidista a la Ley de Autorización de Defensa Nacional en los Estados Unidos formó parte de un gran esfuerzo para ejercer una mayor supervisión sobre las prácticas de recopilación de inteligencia respecto a los OVNIs.

¿Nos han mentido sobre la Luna y lo que hay en ella? Crédito de imagen: depositphotos.com

La Cámara aprobó la creación de un sistema gubernamental seguro que permita y obligue a los funcionarios, tanto actuales como anteriores, a revelar lo que saben sobre fenómenos misteriosos, garantizándoles protección contra represalias. Muchos de estos individuos están sujetos a “juramentos de seguridad nacional”. En mi opinión, el término “seguridad nacional” se ha convertido en un paraguas para clasificar información que no necesariamente amenaza la seguridad nacional, sino que protege intereses corporativos y otras agendas elitistas.

Es probable que en los próximos años veamos a más “denunciantes” con credenciales aparecer en la corriente principal. Ya hemos visto algunos, pero ¿qué pasa con el personal militar de alto rango que ha estado “soplando el silbato” valientemente durante décadas?

¿Por qué no han recibido atención en los medios dominantes? Hay cientos de testimonios disponibles, muchos de los cuales se corroboran de diversas maneras interesantes.

Un ejemplo es el testimonio del Coronel de la Fuerza Aérea de EE. UU., Ross Dedrickson. Dedrickson, quien fue responsable de mantener el inventario del arsenal de armas nucleares de los Estados Unidos y trabajó en la Comisión de Energía Atómica de EE. UU. de 1950 a 1958, reveló antes de su fallecimiento que Estados Unidos intentó detonar armas atómicas en la Luna con fines científicos a principios de la década de 1960. Este proyecto fue detenido por extraterrestres que no permitieron la detonación de armas nucleares en el espacio.

“También me enteré de incidentes con armas nucleares, y entre estos incidentes hubo un par de armas nucleares enviadas al espacio que fueron destruidas por los extraterrestres… A finales de los 70 y principios de los 80, intentamos poner un arma nuclear en la Luna y hacerla explotar para mediciones científicas y otras cosas, lo que no fue aceptable para los extraterrestres. Destruyeron el arma antes de que llegara a la Luna”. – Coronel Ross Dedrickson

Una vez más, esto puede sonar inverosímil, pero él es uno de los cientos de militares de alto rango de todo el mundo que han hecho comentarios similares sobre visitantes del espacio exterior.

Lo interesante de su afirmación es que también tenemos un informe desclasificado del Centro de Armas Nucleares de la Fuerza Aérea de junio de 1959 que muestra la seriedad con la que Estados Unidos consideraba el plan, conocido como Proyecto A119. En general, querían investigar la capacidad de las armas en el espacio y obtener más información sobre el entorno espacial y la detonación de artefactos nucleares en él.

Además, un memorando de 1962 dirigido al director de la CIA sobre “Military Thought” (Alto Secreto) del Teniente General Korenevsky, publicado por el Ministerio de Defensa de la URSS, dice lo siguiente:

Es evidente que no tenemos un conocimiento claro sobre lo que realmente está ocurriendo en la Luna, si es que hay algo, o sobre la existencia de posibles bases tripuladas. Este tipo de desarrollos e iniciativas siempre han estado envueltos en un gran secretismo.

Incluso existe un documento de Wikileaks que sugiere que Estados Unidos construyó una base en la Luna hace décadas. Este documento indica claramente que Estados Unidos tenía una base “secreta” en la Luna, la cual fue destruida por Rusia. El documento data de 1979, por lo que es posible que estos objetivos ya se hubieran cumplido para entonces.

El programa Stargate de Estados Unidos

Además, tenemos los relatos de los espectadores remotos del programa STARGATE, quienes han “visto” estructuras extrañas y criaturas humanoides en la Luna. Ingo Swann, por ejemplo, documentó sus experiencias en su libro “Penetración”. No fue el único participante del programa en reportar tales visiones. El programa STARGATE, dirigido por el gobierno de EE. UU. durante décadas, se dedicó a estudiar la parapsicología y las habilidades humanas excepcionales que podrían estar latentes en todos nosotros.

He tenido conversaciones personales con un veterano retirado del ejército que pasó una década en ese programa, aunque prefiero no revelar su identidad. Él también me transmitió que algo extraño está ocurriendo en la Luna. Muchos miembros de ese programa han hablado abiertamente sobre la presencia extraterrestre.

Ingo Swann. Crédito de imagen: avam.org

Estos sentimientos se originan en lo que se conoce como visión remota, la capacidad de “ver” o percibir un lugar distante sin estar físicamente presente. Las sesiones y experimentos de visión remota eran tomados muy en serio.

La Dra. Jessica Utts, profesora emérita del Departamento de Estadística de la Universidad de California en Irvine, refuerza esta perspectiva en el programa Talking Points:

“Lo que me convenció fueron las pruebas, las pruebas que se acumulaban a medida que trabajaba en este campo y veía más y más evidencias. Visité los laboratorios, incluso más allá de donde yo trabajaba, para ver lo que hacían y pude comprobar que tenían controles muy estrictos… y así me convencí de la buena ciencia que veía que se hacía. Y de hecho diré que como estadística que he sido consultora en muchas áreas diferentes de la ciencia; la metodología y los controles en estos experimentos son mucho más estrictos que en cualquier otra área de la ciencia en la que he trabajado.”

Se han observado réplicas exitosas de la visión remota en diversos laboratorios alrededor del mundo.

Curioso, ¿verdad? Realmente da que pensar.

Varios académicos también han señalado esta posibilidad.

Por ejemplo, un artículo publicado en el Journal of Space Exploration en 2016 sobre ciertas características en el lado lejano de la Luna, específicamente en el cráter Paracelso C, titulado “Image Analysis of Unusual Structures on the Far Side of the Moon in the Crater Paracelsus C”, sugiere que estas características podrían ser de origen artificial. Esto implica que fueron construidas y colocadas allí por alguien distinto a los humanos o a las fuerzas naturales.

No se trata solo de la Luna. Un físico del Instituto Espacial de la Universidad de Tennessee, el Dr. Horace Crater, publicó un artículo en la misma revista el mismo año insinuando “fuertemente intervenciones artificiales en la superficie” de Marte.

“Quizá lo más extraño de todas las anomalías sean los numerosos indicios de que la Luna podría estar hueca. Los estudios de las rocas lunares indican que el interior de la Luna difiere del manto de la Tierra en formas que sugieren un núcleo muy pequeño o ninguno en absoluto. Un estudio de 1962 descubrió que el interior de la Luna es menos denso que el exterior”. – Jim Mars, en su libro “Our Occulted History”.

¿Es hueca la Luna? Muchas mentes intelectuales parecen pensar que sí, aunque estas teorías siguen siendo consideradas poco convencionales y antiguas por la corriente dominante.

En 1962, Gordon MacDonald, un científico de la NASA, publicó un artículo que decía: “De hecho, parecería que la Luna es más como un hueco que como una esfera homogénea.”

Según Sean C. Solomon del MIT, los experimentos del Lunar Orbiter mejoraron significativamente nuestro conocimiento del campo gravitatorio de la Luna, sugiriendo la posibilidad de que la Luna sea hueca.

La evidencia más sorprendente de que la Luna podría estar hueca se presentó el 20 de noviembre de 1969, cuando la tripulación del Apolo 12, tras regresar a su nave de mando, hizo que la etapa de ascenso del módulo lunar (LM) se estrellara contra la Luna, creando un terremoto lunar artificial. El LM impactó a unas cuarenta millas del lugar de aterrizaje del Apolo 12, donde un equipo sísmico supersensible registró algo inesperado y asombroso: la Luna reverberó como una campana durante más de una hora.

Sin embargo, según un artículo de Popular Mechanics, ahora sabemos que hay una explicación científica plausible para este fenómeno. La Luna, siendo más seca y rígida que la Tierra, permite que las vibraciones “resuenen” y se prolonguen durante mucho más tiempo debido a su composición y la escasez de agua, principalmente en forma de hielo.

¿Cómo podemos estar tan seguros de esta teoría? Se trata simplemente de una teoría que intenta desacreditar a otra.

Terry Hurford, geofísico de la NASA, participó en el Experimento de Investigación y Vigilancia del Subsuelo Lunar (SUBLIME), cuyo objetivo es “cartografiar el núcleo de la Luna” y recopilar más datos sobre los terremotos lunares para el programa Artemis. Según Hurford, “nuestra comprensión del interior de la Luna sigue siendo rudimentaria y limitada”, como afirmó en un artículo de la NASA en 2020.

¿Cómo llegó la Luna hasta donde está?

La sabiduría convencional sugiere que la Luna pudo haberse originado en otro lugar y, en algún momento, llegó a orbitar nuestro planeta. Una teoría sostiene que se formó a partir de escombros tras el impacto de un objeto espacial contra la Tierra, mientras que otra propone que la Tierra capturó la Luna mediante su atracción gravitatoria cuando esta vagaba por el sistema solar.

Sin embargo, nuestras teorías actuales se aceptan como hechos, aunque no hay pruebas absolutas de la hipótesis convencional. Según Isaac Asimov, escritor estadounidense y profesor de bioquímica en la Universidad de Boston, la Luna es demasiado grande para haber sido capturada por la Tierra. Asimov creía que las probabilidades de que se produjera tal captura y que la Luna quedara en una órbita casi circular alrededor de la Tierra eran demasiado pequeñas para ser creíbles.

Asimov también opinaba que no había ninguna razón astronómica para que la Luna y el Sol encajaran tan perfectamente. Consideraba que era una coincidencia pura y que solo la Tierra, entre todos los planetas, estaba bendecida de esta manera.

En 1970, miembros de la Academia Soviética de Ciencias, como Vasin y Scherbakov, publicaron un artículo titulado: “¿Es la Luna la creación de una inteligencia extraterrestre?”. Este artículo ofrecía otra explicación sobre cómo la Luna pudo haber sido creada, tal vez artificialmente, por otra inteligencia.

“Es más fácil explicar la no existencia de la Luna que su existencia”. – Robin Brett, científico de la NASA

Como se puede ver, el origen de la Luna es complicado y no lo conocemos con certeza, lo que da lugar a múltiples teorías. Nuestros sistemas de creencias y la disonancia cognitiva pueden dificultar la consideración de algunas de estas teorías.

La Luna está en una órbita casi perfecta, siempre sincronizada con su período de revolución, de modo que un lado siempre mira hacia la Tierra.

Jim Mars señala:

“Esta órbita circular es especialmente extraña, teniendo en cuenta que el centro de masa de la Luna se encuentra más de un kilómetro y medio más cerca de la Tierra que su centro geométrico. Este hecho por sí solo debería producir una órbita inestable y tambaleante, del mismo modo que una pelota con su masa descentrada no rodará en línea recta.”

Mars añade:

“Es importante recordar que algo tuvo que poner a la Luna en o cerca de su actual patrón circular alrededor de la Tierra. Del mismo modo que una nave espacial Apolo que gira alrededor de la Tierra cada 90 minutos a 160 kilómetros de altura tiene que tener una velocidad de aproximadamente 18.000 millas por hora para mantenerse en órbita, algo tuvo que dar a la Luna la velocidad precisa requerida para su peso y altitud… El punto -y es uno que rara vez se señala al considerar el origen de la Luna- es que es extremadamente improbable que cualquier objeto simplemente tropiece con la combinación correcta de factores necesarios para mantenerse en órbita. ‘Algo’ tuvo que poner a la Luna a su altitud, en su rumbo y a su velocidad. La pregunta es: ¿qué fue ese ‘algo’?” – Jim Mars, “Our Occulted History”

Es difícil aceptar que la órbita precisa y estacionaria de la Luna sea una simple coincidencia. Mars también destaca:

“¿Es también una coincidencia que la Luna esté a la distancia exacta de la Tierra para cubrir completamente el Sol durante un eclipse? Aunque el diámetro de la Luna es de solo 2.160 millas, frente a las gigantescas 864.000 millas del Sol, se encuentra en la posición adecuada para bloquear todo excepto la flameante corona solar cuando se interpone entre el Sol y la Tierra.”

Con todas las pruebas que han surgido sobre una posible presencia extraterrestre en la Luna, la teoría de la nave espacial propuesta por Michael Vasin y Alexander Scherbakov (mencionada anteriormente) parece tener más sentido.

Según Mars:

“La teoría de la nave espacial en la Luna puede ser la que mejor concilie las contradicciones inherentes al origen y la asombrosa órbita de la Luna. Sin embargo, se supone que tal consideración queda fuera del debate de las personas educadas y racionales. La lógica circular de la ciencia convencional respecto a los orígenes de la Luna es más o menos así: Sabemos que los extraterrestres no existen, pero sabemos que la Luna existe y ha sido mencionada a lo largo de la historia de la humanidad. Nosotros, los humanos, no la creamos ni la pusimos en órbita alrededor de la Tierra, debieron hacerlo los extraterrestres. Pero como sabemos que no existen, simplemente lo llamaremos anomalía y no diremos públicamente nada más al respecto.”

Redacción por MundoOculto.es