Oahspe, el enigma de la “Biblia Cósmica” –
En 1882, la obra Oahspe emergió ante la sociedad, cautivando a los lectores con sus misteriosas profecías. El autor sostenía que dichas profecías eran el fruto de su comunicación con seres celestiales. A pesar de que el contenido de Oahspe dejó perplejos a muchos en su tiempo, su resonancia fue distinta a la de otras escrituras sagradas contemporáneas y, eventualmente, se desvaneció en la memoria colectiva.
No obstante, un renovado interés brotó décadas más tarde, reviviendo el estudio de sus páginas. ¿El motivo? Las declaraciones sobre un continente perdido, conocido como Pan, identificado en la actualidad con Lemuria. Te extiendo una invitación, estimado lector, a embarcarnos en una odisea legendaria, sumergiéndonos en el dominio del espíritu. Y así, como en las leyendas de antaño, se desató una batalla en el cielo…
John Ballou Newbrough – Profeta de la nueva era
En 1880, el odontólogo neoyorquino John Ballou Newbrough adquirió su primer artefacto de escritura mecánica. Al año siguiente, guiado por una presencia sobrenatural, redactó un voluminoso manuscrito de cerca de mil páginas denominado OAHSPE: Una nueva Biblia. Este libro, que pretende documentar 24 milenios de historia cósmica, es una obra extensa y peculiar. El término “Oahspe” es una creación lingüística que, de acuerdo con el amplio glosario de la obra, se traduce como “la totalidad”, y “no busca fundar una nueva fe… sino revalidar verdades esenciales”. Grant Schreve. El sueño de una Biblia sencilla, 2018.
John Ballou Newbrough vino al mundo en una humilde cabaña de madera cerca de Mohincanville, Ohio, el 5 de junio de 1828. Hijo de William Newbrough, un educador local de Maryland, y Elizabeth, oriunda de Morgantown, West Virginia, conocida por su ferviente espiritismo. La pareja, junto con sus seis hijos, llevaba una vida agrícola.
Desde temprana edad, Newbrough se interesó por las ciencias de la salud, lo que lo llevó a matricularse en el Colegio Médico de Cincinnati, especializándose en Medicina y Odontología. Tras obtener su título en 1849, trabajó en un hospital psiquiátrico bajo la tutela de su tío. Insatisfecho con la medicina, se dedicó a la odontología. Dotado para las matemáticas, a los 23 años, Newbrough inventó uno de los primeros dispositivos de cálculo, que, a pesar de estar patentado, nunca se produjo masivamente.
Más adelante, su ingenio se manifestó en la creación de una fórmula económica para fortalecer los dientes. Este atrevimiento le valió un litigio inicial con la Goodyear Rubber Company por violación de patente, aunque finalmente, Newbrough ganó el caso.
Los Tres Mundos. Pintura sin fecha realizada por John Ballou Newbrough representando la compleja teología de Oahspe. Cortesía: cabinetmagazine.org
Mientras estos eventos tenían lugar, la fiebre del oro se había desatado en los Estados Unidos. Tras conocerse la noticia John decidió incursionar en la minería, probando suerte primero en California, aunque luego se trasladaría hacia Australia, donde la diosa fortuna pareció favorecerlo. Tras alcanza riqueza John Ballou Newbrough regresó a los Estados Unidos, reanudando sus prácticas odontológicas, y posterior matrimonio con Rachael Turnbull, hermana de su amigo John Turnbull. Durante un tiempo John Ballou Newbrough pareció estar contento con su vida familiar, y dedicado a su profesión. Incluso en 1855 llegó a publicar su primera novela como escritor, La Dama del Oeste (conocida también como Los Buscadores de Oro), basada en sus experiencias durante la búsqueda de oro. El libro no interesó al público y pasó desapercibido.
John Ballou Newbrough quién revelara Oahspe al mundo, proclamado como el legado de revelaciones angélicas. Cortesía: newmexicohistoricalmarkers / blogspot
A pesar de una aparente normalidad, Newbrough albergaba un anhelo profundo por explorar misterios más allá de lo cotidiano. Este impulso se originó en su infancia, cuando comenzó a recibir mensajes del más allá, una facultad que posiblemente heredó de su madre, Elizabeth Newbrough, quien tenía la capacidad de ver apariciones y espíritus. Esta habilidad psíquica provocaba la ira de su padre, quien castigaba severamente a Newbrough, un tormento similar al sufrido por el también talentoso estadounidense Edgar Cayce. Sin embargo, John Ballou Newbrough perseveró en el cultivo de sus talentos, que incluían la habilidad de pintar en completa oscuridad usando ambas manos simultáneamente, leer textos impresos en cualquier lugar, así como practicar la memorización y proyección astral. Se rumoreaba que Newbrough podía levantar enormes pesos, desafiando las leyes de la física. No sorprende que más tarde se uniera a la Asociación Espiritualista de Nueva York, donde participó activamente.
Oashpe y su historia alternativa del pasado terrestre, y actualmente texto de culto. Cortesía: newmexicohistoricalmarkers / blogspot
En su brillante artículo Sufrir Niños Pequeños. John Ballou Newbrough, Oahspe y los Creyentes de Shalam, el escritor David White, aporta más datos en cuanto a los intereses que ayudaron a definir a John Ballou Newbrough durante su formación espiritual.
John Ballou Newbrough otorga a China un rol preponderante en Oahspe, ilustrando este punto con sus propios dibujos de un maestro oriental al que denomina Po.
White relata:
“Mientras residía en California, Newbrough entabló amistad con numerosos inmigrantes chinos, cautivado por su espiritualidad. Este interés inicial se expandió hacia una fascinación por las religiones globales. Con el tiempo, se sumergió en las escrituras de las grandes tradiciones religiosas, como el budismo, el hinduismo y el islam, sin dejar de lado su atracción por lo oculto y lo prohibido, explorando el zoroastrismo, el misticismo egipcio y el gnosticismo cristiano”.
David White también señala que Newbrough estaba vinculado a la Masonería, alcanzando el grado treinta y tres, uno de los más distinguidos dentro de la fraternidad.
Estos intereses pronto generaron tensiones con su esposa, culminando en un divorcio tras dos décadas y dos hijos, y posteriormente en un nuevo matrimonio más alineado con sus convicciones. Liberado para dedicarse a su proyecto, Newbrough se sumergió en el emergente espiritismo, originado por las Hermanas Fox, y se centró en los médiums más renombrados, llegando incluso a convivir con ellos para su estudio.
No obstante, Newbrough quedó insatisfecho con las comunicaciones espiritistas que consideraba superficiales. Convencido de la existencia de un plano superior más puro, donde los mensajes serían más claros y enriquecedores, esperaba ansioso una revelación más profunda.
Oahspe. El Libro de las Revelaciones Angélicas
“Los espíritus me instruyeron adquirir una máquina de escribir, un artefacto novedoso que opera al pulsar teclas similares a un piano”, relató Newbrough en el prefacio de una edición subsiguiente de su obra. “Me dediqué a este dispositivo con un empeño moderado. Luego, una mañana, haces de luz cubrieron mis manos y detrás de mí, un ser celestial se posicionó, posando sus manos sobre mis hombros. Mis dedos danzaron sobre la máquina con una velocidad fulgurante. Me fue vedado inspeccionar lo redactado y acaté. Esa misma fuerza me visitaba cada alborada. Continué tecleando, incesantemente, por cinco semanas. Las ilustraciones también se concibieron bajo esa influencia. Posteriormente, se me indicó publicar el libro, que se titularía Oahspe, término panérico que denota Tierra, Aire y Espíritu”. Harper Sullivan. Los Fieles De Nuevo México, 2021.
Por un lapso de quince años, John Ballou Newbrough se entregó fervientemente al espiritismo, ejercitando la escritura automática con constancia. Con el paso del tiempo, Newbrough empezó a interrogar la validez de la comunicación con entidades fallecidas como el único medio de contacto, anhelando un vínculo más directo y personal con la dimensión espiritual.
Esto se percibe en el prólogo de Oahspe, donde expone:
“Ansiaba la iluminación celestial. No buscaba mensajes de seres queridos o conocimientos de lo terrenal; mi anhelo era comprender el reino espiritual, las ocupaciones de los ángeles, sus modos de desplazamiento y la estructura cósmica en su conjunto”.
Otro de los instructores que aparecen en Oahspe es Zaratustra, también referido como Zoroastro cuya historia remontaría según este libro a 9.000 años. Cortesía: oahspestandardedition.com
En aquel entonces, Newbrough era conocido por su corpulencia. Decidió adoptar una dieta vegetariana estricta para mejorar su salud, lo que resultó en una notable pérdida de peso y la desaparición de sus dolencias, como el reumatismo y las migrañas. Convencido de que la purificación podría facilitar el contacto con entidades espirituales superiores, Newbrough también se comprometió a despertar al alba para reflexionar sobre sus faltas y buscar el perdón divino, además de abrazar la castidad.
En una madrugada de 1870, una visión pareció validar su destino, una experiencia que compartió con su amigo Edwin Augustus Davis:
“Estaba sumido en un sueño profundo cuando una mano en mi hombro me despertó. Una voz me instó: ‘Levántate, doctor. Todo está bien. Solo tengo una pregunta y luego me iré.’ Me senté y asentí. La voz preguntó: ‘¿Aceptas emprender una misión para Jehovih?’ Al abrir los ojos, la habitación resplandecía con columnas de luz suave y vi numerosos espíritus hermosos, sin alas. Pregunté sobre la misión y la voz respondió que Jehovih deseaba que viviera espiritualmente por diez años, tras los cuales regresarían para revelarme mi tarea, ya que en ese momento no estaba lo suficientemente receptivo. Debía abstenerme de matar o consumir seres vivos y llevar una dieta basada en frutas, nueces y vegetales. Además, debía ofrecer servicios dentales gratuitos a quienes no pudieran pagarlos. Aunque dudé, la voz aseguró que aceptaría, y luego la luz se desvaneció.”
Una década más tarde, tal como se prometió, los misteriosos mensajeros volvieron a contactar a Newbrough. Una luz brillante llenó su habitación y una voz poderosa anunció:
“Has cumplido bien. Ahora, compra una máquina de escribir y colócala en esta mesa. Te despertaremos antes del amanecer cada día para que escribas, sin mirar lo escrito hasta que esté completo. No te preocupes por el manejo de la máquina; nosotros guiaremos tus manos. La primera sesión de escritura comenzó el 1 de enero de 1881 a las 4 a.m. Aunque medio adormilado, era consciente de todo. Mis manos se movían frenéticamente sobre las teclas. Los días pasaban y la pila de páginas crecía. Aunque mi mente estaba en blanco, nunca me había sentido mejor. Cerraba la puerta con llave y, al regresar, encontraba mi habitación limpia y ordenada. ‘¡Los espíritus están trabajando duro!’ pensé. Una carcajada resonó y la voz confirmó: ‘¡Así es! No te preocupes por nada; estamos cuidando de ti. ¡Recuerda eso!’”
Jesús descrito en Oahspe como un ser andrógino, y criado por la secta esenia. Cortesía: oahspestandardedition.com
Transcurrido un año después de esta poderosa canalización, en 1882 John Ballou Newbrough publica, y vaya título: Oahspe: Una nueva Biblia en las palabras de Jehová y sus ángeles embajadores; Una Historia Sagrada de los Dominios de los Cielos Superior e Inferior sobre la Tierra durante los Últimos Veinticuatro Mil Años, Junto con una Sinopsis de la Cosmogonía del Universo; La Creación de Planetas; La Creación del Hombre; Los Mundos Invisibles; El Trabajo y la Gloria de los Dioses y Diosas en los Cielos Etéreos; Con los Nuevos Mandamientos de Jehoví al Hombre de la Actualidad, con Revelaciones de la Segunda Resurrección, Formadas en Palabras en el Trigésimo Tercer Año de la Era Kosmon.
Pan, el legendario continente sumergido del Pacífico, fue proclamado por John Ballou Newbrough como una realidad histórica. Incluyó un mapa de este en su obra Oahspe.
La obra, extensa casi hasta el milenio de páginas, revisita la historia del mundo bajo una perspectiva renovada.
En el artículo “El Origen de Oahspe” de 1883, encontramos:
“Este libro extraordinario ofrece un compendio detallado sobre el Creador, Su vínculo con la Humanidad y el Cosmos; relata la crónica de nuestro planeta y sus cielos a lo largo de 24 milenios; expone fundamentos de cosmogonía y cosmología, con una visión de la física revolucionaria; explora la esencia de los reinos celestiales y su conexión con la Tierra; traza el origen humano y su evolución tanto en la vida como tras la muerte hacia la liberación espiritual; establece los cimientos de una ética esclarecida; descifra las claves olvidadas de diversas doctrinas y símbolos sagrados del mundo; narra las vidas de los grandes maestros enviados a la humanidad en distintas eras; anticipa la naturaleza de la civilización futura; y despliega una serie de enseñanzas notables sobre metafísica, rituales, magia, profecía y más”.
Nos enfrentamos a una magna obra cuyo autor, inspirándose en la Biblia, recrea su narrativa añadiendo elementos de sus enigmáticas revelaciones. Este tipo de divulgación, muy popular en aquel entonces, surgió, según Grant Shreve en “El Sueño de una Biblia Sencilla”, de una profunda crisis religiosa vivida por los estadounidenses en el siglo XVIII.
Se afirma:
“Tras los convulsos cambios sociales y políticos posrevolucionarios, muchos ciudadanos de EE.UU. vivieron una crisis de autoridad. En esa época, se fortaleció la noción de una ‘Biblia simple’, sin ambigüedades. Lydia Willskey, experta en estudios religiosos, define la ‘Biblia simple’ como una doctrina protestante formulada en el siglo XVII, que considera a la Biblia no como un enigma que requiere interpretaciones complejas, sino como un texto cuyas ‘verdades fundamentales para la salvación son accesibles incluso para los más sencillos e incultos’”.
No obstante, Oahspe no parece adherirse a la simplificación propuesta, presentándose como un texto de compleja digestión incluso para lectores avanzados. Sin embargo, sorprende por su audacia y anticipación, acercándose a teorías modernas que hoy se debaten. Veamos dos ejemplos.
Ecos del Continente Perdido de Pan, o Wagga, alias Lemuria y Mu
Este vasto territorio, conocido como Wagga o Pan, en tiempos antiguos conectaba Australia, Asia y América del Norte. Tras su sumersión en el Pacífico, únicamente la parte septentrional, hoy las islas de Japón, emergió sobre las aguas. Los descendientes de esta catástrofe se dispersaron globalmente, y su lengua, Ah-ce-o-ga, se desvaneció en el olvido, aunque vestigios de este dialecto primordial, el “pánico” o “panérico”, perduran en nuestras lenguas actuales. (‘O-ah-spe’, por cierto, es un término pánico que se traduce como “tierra, cielo y espíritu”). Representa mitos ancestrales como la Atlántida, el Arca de Noé y la Torre de Babel, todos fusionados en una sola narrativa. David White. Sufrir los niños pequeños. John Ballou Newbrough, Oahspe y los Feligreses de Shalam, 2021.
John Ballou Newbrough aporta la fascinante teoría de un continente desaparecido que enlazaba Oceanía, Asia y América, conocido en Oahspe como Pan. Aunque Newbrough no fue el primero en proponer esta idea, ya que científicos y más tarde místicos del ámbito teosófico ya habían explorado el concepto.
Es importante abordar con precaución las visiones de Newbrough sobre esta tierra ancestral, supuestamente sumergida bajo el Océano Pacífico, debido a las implicaciones racistas presentes en ciertos fragmentos del texto, reflejo de la mentalidad predominante en la época de publicación de Oahspe.
Continuando, Newbrough sitúa a Pan, también llamado Wagga en Oahspe, en un periodo pre-diluviano, habitado por dos linajes: los celestiales I’hin (de piel clara, descendientes de ángeles y seres marinos) y los Druks (de piel oscura, descendientes de Caín), considerados malditos. La corrupción de los I’hin por los Druks habría dado origen a una nueva estirpe, la raza cobriza, cuya existencia provocaría la ira del Creador y la consiguiente destrucción del continente. Según Newbrough, este cataclismo transformaría irrevocablemente el rostro del planeta.
Oahspe revela que el Pánico fue el primer idioma de la humanidad, hablado en el antiguo continente de Pan.
En el Libro de Aph, encontramos:
“El vórtice terrestre se selló en su periferia, y de repente, ¡el suelo se fracturó! Un inmenso continente se liberó, y los incendios internos de la tierra emergieron en un estallido de llamas y humo, con un estruendo ensordecedor. La tierra oscilaba, semejante a una nave zarandeada por las olas”.
Los eruditos de Oahspe datan este cataclismo hace unos 25,000 años, cuyo primer signo fue la fisura de la superficie terrestre, lo que provocó cambios en el eje polar. Se menciona también una supuesta intervención de seres de otro mundo, aunque hay quienes hablan de un enigmático reino etéreo, cuyas legiones en astronaves causaron tal destrucción. Oahspe hace una referencia explícita a Japón como parte del extinto Pan, como se extrae del siguiente extracto del Libro de los Señores:
“Una escuadra de dos navíos dirigidos hacia el norte fue denominada Yista, que en el idioma whaga se traduce como Zha’Pan, el actual Japón, remanente del continente de Pan, situado al norte, en la región donde la tierra se dividió en dos”.
Foto de dos Faithists (Fielistas), seguidores de Oahspe, retratados en 1890 durante su estancia en la controvertida Colonia de Shalam que buscó la creación de una raza mejorada. Cortesía: Twitter
El descubrimiento en Yonaguni, con sus misteriosas ruinas submarinas, ha llevado a algunos a verlo como una validación de las afirmaciones hechas en Oahspe. Además, se destaca la presencia de un símbolo ancestral en Japón, el triángulo con tres puntos, emblema del venerable Templo Benten-Do en las proximidades de Tokio, que Oahspe identifica como una representación de la divinidad, conocido como Sam’Gan.
En el antiguo continente de Pan, John Ballou Newbrough sostiene que los primeros seres humanos poseían una lengua única, el Pánico, considerado el primer idioma hablado en la Tierra y del cual se derivarían todas las lenguas posteriores. En este idioma, la interpretación de las cosas se basaba en los sonidos que emitían. Oahspe incluye la tablilla Se’moin, un grabado hecho por Newbrough mismo, que él alegaba contenía la explicación de la creación misma.
Oahspe y los Antiguos Astronautas. Revelando la Estrellada de Belén
En “El Libro de Eskra”, John Ballou Newbrough ofrece una interpretación única sobre los inicios de Jesús de Nazaret, al que llama Joshu, y lo asocia con los grupos esenios. La narrativa se torna audaz al insinuar que Jesús tenía una “sexualidad incierta”, descrita como “neutra”, sugiriendo posiblemente que el mesías era un ente andrógino. Sin embargo, el punto álgido de la historia es la descripción de su nacimiento, donde Newbrough introduce una noción progresista, alineada con la teoría de los Antiguos Astronautas.
El texto dice:
«La llegada del infante se produjo tres días después de que una embarcación celestial ascendiera desde el trono divino. Varios esenios observaron el firmamento, avistaron la estrella y percibieron la brisa gélida del cosmos descendiendo sobre el sitio y alrededor de la tienda donde el niño vendría al mundo.
Se comentaban entre ellos: Jehová no nos ha olvidado. Tras el alumbramiento, los serafines celestiales reingresaron a su barco estelar y partieron rápidamente hacia el Edén, la morada celestial de Dios».
Actualmente el culto a Oahspe vive un renacimiento mundial. Cortesía: Twitter
La Colonia de Shalam. Utopía de una raza mejorada
“Oahspe insta a sus seguidores, llamados Faithists, a reunir a los huérfanos y criarlos para que sean independientes, vegetarianos y espiritualmente puros, como preparación para el liderazgo de un Nuevo Orden Mundial”. Red Mac Connell. Utopía Huérfana. La colonia del desierto de John Ballou Newbrough, 2017.
El éxito de Oahspe hizo de John Ballou Newbrough una celebridad en los ámbitos espiritistas. Círculos de lecturas para el estudio de Oahspe surgieron por toda Norteamérica. Tal fanatismo dio origen a los Faithists, creyentes en la fe.
Este acto de devoción inspiró a Newbrough a realizar un anhelo personal de larga data: crear una comunidad aislada de la civilización para la educación de niños que, eventualmente, se convertirían en los pioneros de una nueva era basada en los principios de Oahspe. Con este propósito, se adquirieron terrenos en Las Cruces, Nuevo México, y se fundó la Colonia de Shalam en 1884. Acto seguido, se inició la incorporación de infantes, sin distinción de estado social, credo o raza, aunque se daba preferencia a los menores desfavorecidos y sin hogar. No se indagaba sobre las circunstancias de su admisión.
La transición de urbanitas a agricultores representó un desafío considerable para Newbrough y los demás mecenas acaudalados que respaldaron la iniciativa. La rigidez del vegetarianismo y un autoritarismo implacable erosionaron la convicción de varios adeptos, quienes abandonaron el lugar aterrorizados.
John Ballou Newbrough empezó a mostrar signos de paranoia y comportamiento errático, y su proyecto nunca llegó a florecer. Víctima de la gripe, falleció en 1891. La Colonia de Shalam perduró, pero sin su guía y visionario, ya nada fue igual. El fulgor de Oahspe se extinguió paulatinamente, aunque su influencia perduró a través del tiempo.
En 1970, en Australia, surgió La Hermandad Universal, inspirada en Oahspe. Empezaron a vaticinar el Apocalipsis y su vinculación con los ovnis; su líder, Fred Robinson, fue posteriormente inculpado por delitos contra menores. Surgieron otras sectas, como Universal Light en California, liderada por Mary Lou Brown, también vidente del apocalipsis y creyente en los ovnis. Proclamó que John F. Kennedy había sido abducido por un ovni tras el suceso en Dallas y que aún vivía. Otros grupos adeptos a Oahspe se involucraron en actos criminales, notorios por su crueldad hacia los niños.
Conclusión
En el transcurso del siglo diecinueve, una cantidad significativa de textos sagrados emergieron en territorio estadounidense. Oahspe destacó como una de las obras más insólitas debido a su contenido doctrinal. A pesar de que Oahspe representa la intensa conmoción espiritual de la era, marcada por la búsqueda de certezas por parte de creyentes desilusionados, también constituye una advertencia acerca de la carencia de conocimientos respecto a la historia aún inacabada de nuestro planeta.