Ovnis toda la verdad (episodio IV)
Ovnis toda la verdad (episodio IV)
En 1.995, un comunicado de la NASA afirmaba que jamás se llegará a otro lugar en el Cosmos con los cohetes autopropulsados, por ese motivo, se estaba investigando tipos de propulsión exótica, unidades de antimateria, teletransportación, agujeros de gusano transitables… Para poder viajar a otras galaxias, conocer otros mundos, necesitamos conocer y controlar las fuerzas cósmicas, pero para una civilización como la nuestra, que en este tema lleva miles de millonésimas de milésimas de segundo de conocimiento en edad cósmica, hemos avanzado considerablemente en este campo.
Una de las personas que mantuvieron contacto con los EBEs, el Sargento Clifford Stone, ha afirmado que una de las razas que nos visitan, proceden de un planeta que se encuentra a 100 años/luz, pero ellos afirman que en tiempo terrestre, la duración de su viaje es de 1 hora y 40 minutos, atravesando el “espacio-tiempo”. Para alcanzar esas velocidades, habría que saltarse varias leyes de la física, porque Einstein afirmó que no se puede ir más rápido que la velocidad de luz.
Albert Einstein lo que nos dice con su teoría, es que cuanto más nos acercáramos a la velocidad de la luz, más despacio pasaría el tiempo, casi hasta detenerse. ¿Esto qué significa? Significa que si pudiéramos viajar a la estrella más cercana de Alfa Centauro, que está a 4 años luz, tardaríamos en ir y venir ocho años. Ahora bien, esos ocho años, son los transcurridos en la Tierra, con los relojes de la Tierra, y desde la posición del observador. Si yo fuera ese observador, cuando les viera regresar, tendría ocho años más. Pero esto no sucede dentro de la nave.
Los tripulantes cuando regresaran, sus relojes internos marcarían que sólo han tardado unas cuantas semanas en ir y volver, y su físico, habrá sentido el paso del tiempo de esas semanas, así que una vez en la Tierra, serían mucho más jóvenes que aquellas personas que han sufrido un deterioro de ocho años. Es lo que Einstein llamaba la “dilatación del tiempo“.
Así que, si los EBEs de los que habla Clifford Stone, están a 100 años/luz de la Tierra, y ellos tardan menos de dos horas en hacer ese trayecto, ¿también sufren estas consecuencias? ¿Consiguen ir más rápido que la velocidad de la luz? Si nos atenemos a las matemáticas y a la física, parece evidente que estos seres conocen la forma de realizar viajes interestelares a velocidades más grandes, o por lo menos, con atajos o vórtices que comuniquen diferentes puntos de la galaxia.
Einstein también nos enseñó, que si se superara la velocidad de la luz, se alteraría la masa. Esto significa que el objeto que se acerque a la velocidad de la luz, verá incrementada su masa de forma exponencial, llegando su masa a ser infinita. Así que, parece obvio que no se podría mandar un cohete, aunque pudiera alcanzar la velocidad de la luz, porque éste aumentaría su masa a proporciones épicas. Es la relación existente entre la energía y la masa, lo que provoca que esto suceda. Entonces ¿cómo consiguen los “extranjeros” viajar por el cosmos sin sufrir estas leyes físicas?
Para poder comprender cómo lo hacen, hay que conocer algunos conceptos básicos de la Teoría de la Relatividad de Einstein y la gravedad, y aunque parezca complicado, vamos a ver como es muy sencillo de entender. La masa distorsiona el espacio, ejerciendo fuerza sobre él. El espacio se curva donde existe materia (estrellas, planetas…), y su curvatura será más acentuada, cuanto más pese el cuerpo celeste. Lógicamente, lo que más pesa en nuestro Universo, son las estrellas, así que es donde más curvatura existe.
En nuestro sistema solar, los nueve planetas que lo forman, están atraídos hacia el Sol debido a la curvatura que éste ejerce en el Espacio, y los planetas dependiendo de su cercanía al Sol, se verán más fuertemente atraídos y a más velocidad, que los planetas más distantes. Así que las estrellas, doblan o pliegan el Espacio.
Una estrella como nuestro Sol, pliega el Universo menos que una estrella como VY Canis Majoris, que es la estrella más grande del Universo, que equivale a 1.000 millones el tamaño de nuestro Sol. Es tan grande, que si lo pusiéramos donde está el Sol, llegaría hasta Saturno, así que el pliegue que produce esta estrella en el Universo es considerable. Este vídeo explica de forma breve, sencilla y rápida esta teoría.
Einstein tenía un problema con la Teoría de la Gravedad de Isaac Newton, y es que ésta no cuadraba con su Teoría de la Relatividad Especial, que aseguraba que el tiempo y el espacio son relativos, formando un continuum llamado espacio-tiempo. Todo se confirmó el 29 de mayo de 1.919, cuando el astrónomo Sir Arthur Eddington, presenció el eclipse solar que tuvo ese día, midiendo y observando cómo se curvaba la trayectoria de la luz proveniente de estrellas distantes al pasar cerca del Sol, produciéndose un desplazamiento aparente de sus posiciones. Es decir, cuando el eclipse era completo, y sólo se veía la corona solar, este astrónomo también pudo ver estrellas que había detrás de nuestro Sol, por lo que corroboró que Einstein estaba en lo cierto. Sir Arthur Eddington presenció cómo la luz de las estrellas situadas tras el Sol, se curvaban, haciéndolas visibles.
¿Utilizan los EBEs estos conocimientos para viajar por el Espacio? Si pudiéramos manipular el Espacio, podríamos expandirlo detrás de nosotros y contraerlo delante, creando lo que se conoce como motor Warp, un motor capaz de doblar el Espacio manipulándolo delante y detrás de la nave, y poder así viajar más rápido que la luz. Este motor es una forma teórica de propulsión superlumínica, que permitiría propulsar una nave espacial a una velocidad equivalente a varios múltiplos de la velocidad de la luz, mientras se evitan los problemas asociados con la dilatación del tiempo. Así que se podría viajar a velocidades mucho más rápidas que la luz, sin sufrir los efectos de la Relatividad de Einstein. Lo que haría este motor, es deformar la estructura del espacio-tiempo.
Para conseguirlo, el motor debe crear una burbuja de deformación plana dentro de la cual se situaría estacionariamente la nave. En la parte trasera de la nave, el espacio-tiempo sería deformado expandiéndolo, incrementando la distancia desde el origen, mientras que por delante de la nave, el espacio-tiempo sería contraído, reduciendo la distancia hacia el destino, situando el punto de destino mucho más cerca. De esta forma, no se violaría ninguna ley física de la Teoría de la Relatividad, ya que dentro de la “burbuja de deformación” donde se encuentra la nave, nada superaría la velocidad de la luz. Realmente lo que ocurre, es que la nave no se desplazaría dentro de esa burbuja, sino que sería “llevada” por la misma. Este motor está en estudio actualmente en las instalaciones de la NASA, en el Centro Espacial Lyndon B. Johnson, bajo el nombre de Proyecto Eagleworks.
Otra forma de recorrer enormes distancias, es a través de un agujero de gusano, que son atajos en el Espacio. Siempre nos han enseñado, que la distancia más corta entre un punto A y un punto B, es la línea recta, pero esto no es así. Para entenderlo mejor, me referiré a una película llamada “Inception” (Origen), en la escena donde la ciudad se pliega sobre sí misma. Imaginemos que Leonardo di Caprio, debe ir desde el punto A (donde está con la chica), hasta un punto B, que fuera el final de la Avenida. Nuestra mente, nuestra lógica, siempre imaginará una línea recta. Pero, ¿y si realmente se pudiera modificar el espacio y sus leyes a niveles subatómicos? La conclusión sería que, Di Caprio tendría el punto B justo encima de su cabeza, y tardaría mucho menos en llegar al punto de destino.
Si el universo, pudiéramos plegarlo, la distancia entre el punto A y el punto B, sería mucho más corto. Así que, viajar a otras galaxias muy lejanas sería posible, llegando mucho antes, por lo que viajar a distancias muy lejanas en el cosmos sí sería posible.
Y en este vídeo de Carl Sagan, se resume perfectamente lo explicado sobre la gravedad, el espacio-tiempo y los puentes de Einstein-Rosen (más conocidos como agujeros de gusano), y cómo se podría viajar a través de ellos, para poder llegar a lugares del Cosmos muy lejanos.
La nave recuperada en Roswell, carecía de cuadro de mandos, así que las órdenes a la nave, provenían de la corona (que vimos en el capítulo anterior) que cada EBE portaba en su cabeza, motivo por el cuál, no se sabe realmente cómo funcionan estas naves. Cada nave sólo puede ser tripulada por su piloto, a través de su mente y la corona específica. Es una forma de seguridad muy avanzada, donde piloto y nave son un ente en sí.
Debajo de la nave, se encuentra el reactor de antimateria, una máquina demasiado avanzada para nosotros en la actualidad. Este motor de antimateria consigue producir intensos picos de energía, que alimenta dispositivos exóticos como generadores de agujeros de gusano y motores Warp. Este motor funciona con antimateria, el mejor combustible existente en el Universo.
Para que se entienda de forma muy sencilla, decir que toda materia tiene su opuesto. La materia está compuesta por electrones (con carga negativa) y protones (carga positiva). La antimateria es lo mismo que la materia pero con cargas opuestas, de tal forma que en un átomo de antimateria encontramos en lugar de protones (positivos), antiprotones (negativos) y, en lugar de electrones (negativos), antielectrones o positrones (positivos). Cuando la antimateria entra en contacto con la materia, se produce un efecto llamado de aniquilación, que es la transformación de la materia en energía, una energía extremadamente poderosa.
Es tan poderosa que libera una energía de eficacia 100%. Por ejemplo, la fisión nuclear posee una eficacia 1%, para que nos hagamos una idea de su poder. Si tuviéramos 15 gramos de antimateria, y los aniquiláramos contra 15 gramos de materia, se obtendrían 1.000.000 de toneladas de combustible de propulsión. Pero actualmente nos es imposible acumular ni siquiera 1 gramo de antimateria. La antimateria no existe en la naturaleza, así que debe ser creada, y crearla exige una gran cantidad de energía. Para lograr obtener 1 gramo de antimateria, se requeriría mil millones de años con nuestra tecnología actual. Si se pudiera repostar en una gasolinera antimateria para una nave, se podrían recorrer 16.000.000.000 (16 mil millones) de km/litro. Para viajar a la estrella más cercana en Alfa Centauro, se necesitaría solamente 190 litros de antimateria.
En este punto, muchos lectores estarán algo confusos. Y no les culpo, porque es extraño asimilar aquello que sentimos tan lejano o que no comprendemos. Escuchar que el espacio y el tiempo se pueden dilatar, que existen atajos en el Universo, que se puede viajar a galaxias lejanas en cuestión de horas… no son temas fáciles para aceptar así de primeras, y más, cuando vemos cómo nos cuesta llegar a la luna o intentar llegar a Marte.
Pero vamos a verlo desde otra perspectiva mucho más acorde con la realidad. El Universo tiene casi 14.000 millones de años, el Sistema Solar tiene 4.500 millones de años (la misma edad que nuestro Sol y nuestro planeta), el hombre de Cro-Magnon tiene unos 40.000 años, y el hombre moderno, con una tecnología más o menos desarrollada tiene unos 100 años. En esos 100 años, desde principios del siglo XX, hemos dado un salto cuántico tecnológico en los últimos 50 años. Así que, desde el comienzo de todo, hace 14.000 millones de años, nosotros poseemos una tecnología y unos conocimientos avanzados desde hace 50 años. Es decir, apenas hemos empezado.
Nuestros abuelos apenas sabían nada de tecnología, de viajes interestelares, agujeros negros, agujeros de gusano, velocidad superlumínica, física cuántica, de qué está compuesto el Universo, cómo funciona, etc… Si nuestro planeta tiene 4.500 millones de años, ¿no es posible que existan planetas donde haya evolucionado vida inteligente, por ejemplo, formados hace 8.000 millones de años, llevándonos una ventaja abismal? ¿o simplemente con 4.700 millones de años, sólo 200 millones de años más que nuestro planeta? Nadie puede afirmar que esto no es probable. Y si nosotros, que apenas llevamos viviendo unas cuantas milésimas de segundo en la Era Tecnológica, y ya sabemos tantas cosas, ¿cuánto no sabrán civilizaciones que nos sacan miles o millones de años?
Benjamin Robert Rich, más conocido como Ben Rich, trabajó en Lockheed Corporation, una empresa aeroespacial, y después, en 1.954, pasó a formar parte de Skunk Works, un apelativo dado para los Programas de Desarrollo Avanzado de la Lockheed Martin, responsable de un número de famosos diseños de aeronaves de alta tecnología, que se dedica a trabajos en proyectos avanzados o secretos. Ben Rich tenía el cargo de director del programa para los sistemas de propulsión, y es considerado el padre del Stealth Fighter Bomber, un avión espía invisible de alta tecnología.
En una confesión a Tom Keller (ingeniero espacial del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA), Ben Rich le dijo: “Dentro de Skunk Works trabajaba en un grupo reducido, formado por unas cincuenta personas entre ingenieros y operarios, donde éramos expertos en la construcción de aviones tecnológicamente muy avanzados para misiones de alto secreto. Ya tenemos los medios para viajar a las estrellas, pero esta tecnología entra dentro de los Proyectos Negros. Cualquier cosa que puedas imaginar, ya sabemos cómo hacerlo. Lo que sí te puedo decir, es que no llegaremos a las estrellas con la propulsión química, y tenemos que idear una nueva forma de propulsión. Lo que tenemos que averiguar, es dónde Einstein se equivocó. Todos los puntos en el tiempo y en el espacio están conectados, y esta es la forma para llegar a las estrellas”.
Las dos frases en negrita, para mí son muy relevantes, porque Ben Rich afirma que ya tienen la teoría, pero se debe tratar de una tecnología que aún está muy alejada de lo que poseemos, pero si esas naves las tienen, es porque es posible y funciona. Ahora bien, al estudiar y analizar su forma de propulsarse y viajar por el Universo, muchos deben dar por hecho, que lo que conocemos actualmente como Teorías Físicas, en algunos aspectos no cuadra con lo que tienen estas naves.
Siempre se ha dicho, que la vida sin agua es imposible, porque todos los estudios, observaciones, indicios, pruebas y resultados realizados, así lo corroboran, así que si no existe agua, no hay vida. Pero imaginad, que yo tengo un EBE venido de otra galaxia, y tras estudiarle detalladamente, se puede afirmar que su cuerpo no posee agua, y que su planeta tampoco. Por una parte tengo todas las teorías que corroboran una cosa, pero por otra parte, un grupo muy reducido de personas del cual formo parte, sé que eso no es así. Así que debe existir un error en algún sitio. Pues esto es lo que afirma Ben Rich, y no lo haría si no tuviera constancia de que esto es así.
Esta nave, también estaba provista de armas de ataque muy precisas, y un arma defensiva muy avanzado, que genera un escudo de fuerza capaz de hacerlos prácticamente invisibles. No existe mejor forma de repeler un ataque, que tu enemigo no sepa de tu presencia y no exista ningún ataque. Por este motivo, desde hace algunos años, los cazadores de OVNIS siempre llevan consigo un visor de infrarrojos. Esto es, porque en grabaciones del SOHO (SOlar and Heliospheric Observatory) o de misiones de la NASA, con cámaras infrarrojas, sí se captura mucha actividad OVNI, que a simple vista pasa desapercibida.
Este vídeo, muestra una grabación en tierra, donde se puede ver claramente la diferencia de captura con una cámara infrarroja y una cámara normal. Esta es una de las armas de la que disponen estas naves.
Pero las imágenes más impactantes de OVNIS con cámaras infrarrojas, se han capturado en el Espacio. Y allí, no sólo se ha visto algún OVNI de forma espaciada, sino auténticos cúmulos de estos objetos, así como lo que parecen ser naves nodrizas de km de diámetro. Una de esas naves que se pudo calibrar su longitud, llegaba a medir 5 millas de largo (8,04672 km). Estamos ante auténticas naves nodriza inimaginables para nuestra tecnología.
Uno de los más famosos incidentes OVNI reportados en las misiones de la NASA es el que aconteció el día 25 de febrero de 1.996, en la misión STS-75, conocido como “The Tether Incident“. La lanzadera Columbia tenía una misión llamada Tethered Satellite System (TSS-1R), para colocar en órbita un generador de electricidad alargado, y aprovechar la energía del campo magnético de la Tierra, para así poder abastecer de energía a futuras misiones. Cuando estaban realizando las maniobras para que el cable quedara en la órbita terrestre, éste se rompió. Mientras el Columbia se iba alejando del cable (que medía 19 km), comenzaron a aparecer decenas de objetos voladores no identificados.
Se puede observar objetos pequeños y otros más grandes, con forma de círculo con un agujero en el medio, exactamente igual que en el avistamiento de la STS-80. Lo primero que podemos ver en la grabación original de la NASA, con el audio de los técnicos en Houston y de los tripulantes, es el dispositivo Tether, a 20 millas de las cámaras del transbordador Columbia. Los operadores de la NASA enfocan el cable, y empieza a verse cómo numerosos OVNIS empiezan a acercarse al dispositivo.
Los OVNIS comienzan a acercarse al cable, algunos de los objetos proceden del Espacio, y otros con trayectoria de salida desde el planeta Tierra, llegan a la zona a velocidades extremas. Un operador de la NASA, decide rotar la cámara 10º para verlo desde otra perspectiva. Los OVNIS se desplazan en todas direcciones sin dificultad, sin posibilidad de ser confundidos con moléculas de agua o basura espacial. Es muy posible que el cable sí estuviera produciendo una cantidad inmensa de electricidad, que era su propósito, y que aquellos objetos se sintieran atraídos por este motivo.
En 1.995, la NASA dejó de hacer transmisiones en vivo (directo) de las misiones de los transbordadores, después de una imágenes con OVNIS realizadas y hechas públicas cuando se creó una gran controversia acerca de cuánto oculta la NASA a la opinión pública. En una conversación en directo, se escuchaba: “Parece que tienes un objeto justo frente a ti Mark, ¿puedes ver lo que es?”. A lo que el astronauta respondió: “No sé de lo que estás hablando”. Hubo una pausa, y mientras se veía el objeto por las cámaras de la NASA, desde el centro de mando en Tierra se dijo: “Olvídalo”.
Trevor James Constable fue realmente el descubridor de fotografiar OVNIS con luces infrarrojas. Descubrió que existen OVNIS en el espectro de luz que no pueden ser vistos por el ojo humano, o ser fotografiados por cámaras convencionales. Esto significaba, que no eran simples objetos volantes, sino de algún modo, eran entes vivientes que él llamó “critters” (bichos). Esto sucedió a mediados del siglo XX, en la década de los 50. Décadas más tarde, José Escamilla, descubrió un fenómeno que denominó “rods” (varas). Escamilla estaba filmando el 19 de marzo de 1.998, cuando recogió en su grabación lo que parecían varas o barras muy alargadas a velocidades en algunos casos por encima de la velocidad del sonido. Escamilla lo llamó “skyspeed“.
Cuando revisó esas imágenes, lo primero que pensó es que se trataba de insectos o pájaros, pero tras revisar detenidamente el proceso de grabación, llegó a la conclusión que era imposible que fueran insectos o algún tipo de ave. Escamilla es un profesional del cine y gran editor de vídeos, con gran experiencia y referencias en el mundo de la grabación, así que él estaba seguro que se trataba de otro tipo de objeto lo que allí aparecía.
La primera referencia que se tiene de un avistamiento de este tipo, ocurrió el 5 de noviembre de 1.891 (hace más de un siglo), en la localidad de Crawfordsville (Indiana – EE.UU.). Varias personas informaron a las autoridades sobre un fenómeno extraño, que estaba flotando en el aire, de unos 18 metros de largo x 2 metros de ancho, que se movía rápidamente a través del aire por medio de lo que parecían aletas laterales. Al día siguiente, los diarios y medios de comunicación reflejaron este hecho.
El Dr. Eugene Mallove, fue asesinado en extrañas circunstancias el 14 de mayo de 2.004, cuando entraron a robar en su casa. La investigación de este homicidio, terminó a mediados de 2.012, condenando a Chad Schaffer, tras haber éste admitido ser el causante de la muerte, sin ninguna prueba ni nada, sólo con su testimonio. El Dr. Mallove, era una de las personas que decidieron destapar todo el entramado OVNI, y era uno de los responsables en investigación de tecnologías alternativas, estudios sobre agujeros de gusano, fusión fría, plasma, el Proyecto Arca de Noé… era un gran ingeniero de nuevas energías, que investigaba cómo viajar a otros lugares del Universo.
Mallove afirmó sobre los OVNIS a los que tuvo acceso: “Eran unidades de aparatos totalmente electromagnéticos, que producían más energía eléctrica de la que consumían, con sistemas de propulsión de energía gravitacional y energía de punto cero. Había naves de diferentes tamaños, había una de 60 pies de diámetro en su base. Empresas como SAIC, Lockheed Martin (donde trabajó Ben Rich) y otras, trabajaron específicamente con sistemas de energía y propulsión avanzados iguales a la nave estrellada en Roswell. La nave más grande medía 130 pies (40 metros). Pero existían naves de 247 pies de diámetro (75 metros) y 160 pies de alto (49 metros). Esos vehículos son capaces de viajar a la velocidad de la luz, o aún más, que debemos estudiar y comprender”.
Son muchas las personas que durante 60 años han investigado el fenómeno OVNI, personas fuera de los círculos de poder, alejados de los documentos, grabaciones y fotografias originales, pero con información privilegiada de su existencia. Como en todos los campos, siempre existen filtradores, un reducido grupo de personas que intentan facilitar a la opinión pública la verdad de los hechos (actualmente lo vivimos con Wikileaks por ejemplo), pero cada día, en los periódicos o noticiarios podemos escuchar o leer información dada por un periodista que le ha filtrado alguien de dentro.
En el tema OVNI, uno de los primeros personajes que conseguía cierta información privilegiada, que después publicaba en una revista humilde llamada “Space Review“, que se dedicaba a informar sobre noticias relativas a platillos volantes, fue Albert K. Bender, uno de los precursores de una organización llamada “Oficina Internacional Flying Saucer (IFSB)”.
Esta organización constaba de un reducido grupo de personas dedicados a la idea de que los OVNIS eran naves del Espacio Exterior. En su revista intentaban revelar e informar a una sociedad ignorante sobre este tema, y hacerles ver que estaban siendo víctimas de un entramado oscuro repleto de mentiras. En octubre de 1.953, un boletín de la tarde abrió diciendo: “Una fuente de la que el IFSB considera muy fiable, ha informado que la investigación sobre el misterio de los OVNIS y su esclarecimiento, puede entrar en su fase final. El misterio ya no es tal, ya se conoce su origen, pero toda esa información se mantiene reservada por órdenes superiores. Aconsejamos a todos los involucrados que participan en esclarecer el tema OVNI que tengan cuidado”.
Poco tiempo después, la publicación de esta revista se suspendió, y el IFSB se disolvió de la noche a la mañana. ¿Qué fue lo que provocó el cierre repentino de esta revista¿ ¿Quiénes lo hicieron? Albert Bender, afirmó poco después de estos hechos, que estando tranquilamente en su casa, tumbado en su sofá, aparecieron de la nada tres hombres vestidos de la misma manera, con trajes oscuros que le habían “aconsejado” detener la publicación de la revista y la intromisión a los asuntos referentes a OVNIS. .
Bender dejó para la posteridad la famosa denominación “Hombres de Negro“, cuando describió a los intrusos que entraron en su casa. Bender describió a estos hombres con aspecto impecable, vestidos de la misma manera, todos de negro excepto la camisa que era blanca, de escasa gesticulación, un tono muy calmado, fríos, distantes, no son hostiles… parecen humanos pero hay rasgos en ellos que no lo son. Empezaron a aparecer muertes extrañas de personas muy involucradas en el fenómeno OVNI que revelaban información Top Secret.
El investigador francés Henry Durrant, afirmó a este respecto: “Se ha demostrado, y las estadísticas así lo corroboran, que los investigadores serios del fenómeno OVNI que gozan del respeto de la opinión pública, suelen sucumbir a infartos o a suicidarse con demasiada frecuencia, sin ningún motivo aparente“. Esto demuestra la presión que existía para todas aquellas personas que intentaban traspasar el límite hacia una verdad que permanecía en las sombras, donde poseer una información tan delicada, significaba ser un objetivo de los hombres de negro.
Uno de los casos más impactantes fue el “suicidio” de James Forrestal, uno de los miembros del famoso MJ-12. Forrestal intentó denunciar el poder de las grandes empresas, ese “gobierno” dentro del gobierno, que eran los verdaderos dirigentes de los designios de los países, lo que actualmente llamamos los “mercados”. Y estos mercados, tenían mucho que decir sobre el tema OVNI, ya que no podían permitir que saliera a la luz su existencia, porque esto generaría un cambio económico a nivel mundial, y seguramente, la pérdida de su poder adquisitivo. Si el mundo conociera la verdad, toda forma política y financiera que ahora conocemos, se evaporaría. Y esto lo quiso denunciar Forrestal, pero no le dejaron.
El MJ-12 (del cuál he hablado extensamiente en los episodios anteriores), crearon un proyecto llamado “Proyecto Platón“, con la finalidad de establecer relaciones diplomáticas con los EBEs, y llegar a acuerdos para evitar cualquier tipo de hostilidad. El primer contacto con entidades biológicas extraterrestres (EBEs), tuvo lugar la noche del 20 de febrero de 1.954, en la Base Aérea Holloman de Nuevo México. Según algunos testigos, estos EBEs tenían aspecto prácticamente humano, rasgos nórdicos. Uno de esos testigos fue el ex asesor del Pentágono y del Congreso de EE.UU. Timothy Good.
Timothy Good ha dado conferencias en universidades, organizaciones, en el Real Instituto Militar de Canadá, la Real Sociedad Geográfica, la Royal Naval Air Branch de la Reserva, la Cámara de los Lores de todos los partidos del Grupo de Estudio OVNI, en Oxford y Cambridge… Fue el primer investigador de OVNIS norteamericano entrevistado por la televisión rusa. Fue invitado para los debates en el Pentágono en 1.998, y en la sede de la Fuerza Aérea francesa en 2.002. Ha sido consultor para varias investigaciones del Congreso de EE.UU. Su libro “Above Top Secret: The Worldwide UFO Cover-up”, publicado en 1.987, es una de las referencias de la ufología. Timothy Good afirmó que el presidente Eisenhower, llegó a tener un mínimo de tres encuentros con EBEs de diferentes razas, una de ellas los denominó los “grises” que provenían de la estrella Rigel. Timothy Good es una de las personas que han decidido luchar contra las sombras y desclasificar documentos para que todos sepan la verdad.
En esas reuniones, se llegaron a acuerdos de intercambio de tecnología y conocimientos avanzados por su parte, y por la nuestra, libertad de movimientos sin hostilidad en nuestro planeta, acceso al estudio de la raza humana. Muchos son los testimonios que dicen que esto es falso, obviamente el negacionismo reiterado en estos asuntos no es nada nuevo, pero testigos e investigadores corroboran que es cierto, y que el presidente Eisenhower, efectivamente, desapareció entre la noche del 20 de febrero hasta la mañana del 21 de febrero de 1.954.
Ese día, Eisenhower estaba jugando golf en Palm Springs (California). Después de cenar , el presidente abandonó repentinamente las instalaciones del rancho donde estaba alojado. A la mañana siguiente, el presidente asistió a una ceremonia en una iglesia de los Ángeles. Esa misma mañana, el portavoz del gobierno anunció a la prensa que la noche del 20 de febrero, el presidente Eisenhower había visitado, de emergencia, a un dentista llamado Francis A. Purcell, porque se había roto un diente comiendo alitas de pollo en la cena.
Muchos no se creyeron esta versión, entre ellos el investigador William Moore, quien en junio de 1.979, entrevistó a la viuda de Purcell. Esta mujer, no recordaba que el presidente de EE.UU. fuera paciente de su marido, pero sí recordaba el evento al que asistieron ella y su marido el 21 de febrero, en el que su Purcell fue presentado al mundo como el “dentista que curó al presidente”. ¿Cómo es posible, que no recuerde, que la persona más poderosa del mundo, el presidente de EE.UU., haya sido uno de los pacientes de su marido en mitad de la noche en su casa?
Otro de los investigadores del fenómeno OVNI fue Stanton Friedman, quien contactó con el Coronel Richard Weaver (Oficial de la Fuerza Aérea que negaba la existencia del MJ-12), para que confirmara diversos asuntos, a los que Richard Weaver se negó. Friedman descubrió que Weaver era uno de los encargados en propaganda y desinformación y que era el autor principal del documento que la Fuerza Aérea norteamericana produjo en 1.994 para desmentir las implicaciones extraterrestres del incidente de Roswell.
¿Quiénes son esos testigos que confirman la existencia de esas reuniones? Entre ellos se encuentra el Oficial de la Marina William Cooper, Comandante de la Marina Charles L. Suggs, el piloto aéreo de pruebas de la CIA John Lear, el Coronel del Ejército Philip J. Corso, el Oficial de Inteligencia del Ejército Robert Dean, el empleado de la Fuerza Aérea Don Phillips, el Senador Henry McElroy, y el Ingeniero Geológico Phil Schneider.
El hijo del Comandante Charles L. Suggs, dijo en una entrevista en 1.991: “Mi padre fue una de las personas que acompañó al presidente Eisenhower el 20 de febrero a una reunión con dos extraterrestres de aspecto nórdico de pelo blanco, ojos azul claro y labios sin color. El portavoz, estaba parado a unos metros de Eisenhower y no dejaba que éste se le acercara más. Un segundo “nórdico”, estaba de pie en la rampa extendida de un disco volador ubicado sobre un trípode en la pista de aterrizaje. Había aviones B-58 Hustler en la pista, aunque el primero no voló oficialmente hasta 1.956. Estos visitantes decían provenir de otro Sistema Solar. Hicieron preguntas detalladas sobre las pruebas nucleares“.
Exigieron que desmontáramos y destruyésemos nuestras armas nucleares, si queríamos que ellos nos proporcionaran tecnología avanzada. Afirmaban que espiritualmente somos aún incapaces de manejar determinada tecnología y que no estábamos preparados para algunas cosas. Afirmaban que somos una raza autodestructiva y eso tenía que cambiar. Aseguraban que para poder avanzar en nuestro pensamiento y llegar a ser una raza más “galáctica”, necesitábamos aún mucho que aprender sobre los estados y el poder mental, la armonía, y la preservación de nuestro entorno, y ser conscientes de lo que representamos y quiénes somos a escala evolutiva y cósmica.
Estas propuestas fueron rechazadas, porque la mayoría de los allí reunidos, pertenecían al Ejército, y pensaban que eliminar el arsenal nuclear era una temeridad y les dejaba a merced de ataques externos, haciéndoles un objetivo fácil con determinados países, e incluso contra una ofensiva OVNI.
Pero la primera persona que habló de este encuentro fue Gerald Light en una carta enviada a Meade Layne (Director de la Borderland Science Research Associates) el 16 de abril de 1.954, afirmando que había sido elegido como parte de una delegación de líderes para una reunión con EBEs en la Base Aérea Edwards. El cometido de Gerald Light, era estudiar la reacción del público a la presencia de extraterrestres. En esa carta, Gerald Light describió así su experiencia:
“Acabo de regresar de Muroc (Base de la Fuerza Aérea Edwards). Hice el viaje junto a Franklin Winthrop Allen (reportero del Grupo de Diarios Hearst), Edwing Nourse (asesor económico del presidente Harry Truman), del Instituto Brookings, y el Cardenal James Francis MacIntyre (Obispo y Jefe de la Iglesia Católica en Los Ángeles). Cuando nos permitieron pasar a la zona restringida (después de seis horas en las que fuimos interrogados sobre todo tema, evento, incidente y aspecto posible de nuestras vidas personales y públicas), tuve el presentimiento de que el mundo había llegado a su fin. Nunca había visto a tantos seres humanos en un estado de total colapso y confusión, al darse cuenta de que la realidad en el mundo que creían vivir se había acabado. Durante mi visita de dos días, pude ser testigo de poder ver cinco tipos diferentes de aeronaves, que eran estudiados y pilotados por nuestros oficiales de la Fuerza Aérea. El presidente Eisenhower, fue llevado rápidamente a Muroc una noche, durante su reciente visita a Palm Springs. Estoy convencido que el presidente va a ignorar el terrible conflicto entre las diversas autoridades y se dirigirá directamente a la nación por radio y televisión.”
Esta declaración pública nunca tuvo lugar del presidente Eisenhower. El General Douglas MacArthur, que desafió al presidente Truman sobre el tema OVNI, dijo en una conferencia en 1.955 en West Point: “Nos enfrentamos a un mundo nuevo, un mundo de cambios. Nos dirigimos a terrenos desconocidos, al aprovechamiento de la energía cósmica, al conflicto final entre la raza humana, que deberá unirse contra fuerzas siniestras de otras galaxias planetarias. Las naciones del mundo tendrán que unirse para la próxima guerra, que será una guerra interplanetaria. Las naciones de la Tierra, tendrán que hacer un frente común contra el ataque de gente de otros planetas”.
Este aviso del General MacArthur, venía dada porque en los encuentros con EBEs, hay una raza que parece ser hostil y peligrosa. El grupo de extraterrestres que, según William Cooper, orbitaba el planeta Tierra en grandes naves y luego contactó con nuestras autoridades, es conocido como los “grises”. Sus intenciones, según John Lear, no eran pacíficas y necesitábamos deshacernos de ellos. El grupo de EBEs con apariencia similar a los humanos y que nos ofrecían deshacernos de los “grises”, a cambio de que destruyésemos nuestras armas nucleares, son conocidos como los “nórdicos”. Por lo visto, el máximo interés de los nórdicos era el desarme nuclear de EE.UU. y de aquellos países que contaran con este tipo de armamento.
En esos tiempos, divulgar este tipo de información, significaba lo siguiente:
- ser perseguido por los servicios de inteligencia
- exponer a familiares a un peligro real
- vulnerar un artículo de confidencialidad llamado el “10-10”, que significaba 10 años de cárcel a prisiones muy cuestionables y una multa de 10.000 dólares
- poner en serio peligro tu vida
- sufrir acoso, propaganda de ridiculización y campaña de desacreditación
- perder tu empleo y privilegios
- perder la pensión de jubilación
- perder el rango oficial
- ser expulsado del país
- convertirte en un enemigo de EE.UU.
Estos son algunos motivos que han conseguido una cortina de humo y silencio durante tantos años, a través del miedo y de divulgar información falsa para ridiculizar a todos aquellos que decidieran filtrar información Top Secret sobre el fenómeno OVNI.
El 30 de junio de 1.965, un asesor de las Naciones Unidas llamado Colman VonKeviczky (Director del Intercontinental UFO Red de Investigación y Analítica), hizo una advertencia mundial. VonKeviczky dijo: “Sabemos de la existencia de una civilización sobrehumana, que están llevando a cabo operaciones de reconocimiento organizados alrededor de nuestro planeta. Por el momento, su comportamiento parece ser de neutralidad, pero el desconocimiento que tenemos de ellos nos obliga a comenzar una tarea de alerta para buscar seguridad, y tomar medidas precautorias inmediatas antes de iniciar cualquier estudio científico de larga duración de estos fenómenos. El problema OVNI debería ser una prioridad aún mayor que el fantasma de una tercera guerra mundial”.
Prosiguió diciendo: “Estos avistamientos comenzaron al mismo tiempo que nuestra Era Atómica, donde empezaron una serie de oleadas OVNI, sobre todo en 1.957, cuando tuvo lugar una especie de invasión silenciosa a nuestro planeta. Estas naves colapsaron nuestras radios, radares, telecomunicaciones, silos con arsenal atómico, sistemas de navegación… Estamos siendo visitados por civilizaciones muy inteligentes del Espacio exterior. Es el momento para que la ONU tome la iniciativa y establezca un sistema para la defensa de la Tierra, así como un método de contacto para establecer relaciones con ellos”.
Una de las personas que tenía acceso a encuentros con EBEs, era el Sargento Clifford Stone, quien ha participado en el rescate de accidentes de naves y cuerpos alienígenas. Clifford Stone es una de las 400 personas que crearon el Proyecto Revelación (The Disclosure Project) en 1.993, fundada por Steven Greer. El objetivo y finalidad de esta organización, es desvelar una conspiración por parte del gobierno de EE.UU., para ocultar toda la verdad sobre el fenómeno OVNI.
Todos los miembros que conforman este proyecto, realiza conferencias públicas con gran asistencia de la prensa, donde se pueden emitir preguntas, convirtiéndose a su vez, en ruedas de prensa mundiales. Todos los miembros han pertenecido (o lo siguen haciendo), al Ejército de EE.UU., o han ejercido funciones como ingenieros, pilotos, investigadores, espías, autoridades, mandos con acreditación Cosmic Top Secret… y han sido testigos de que todo es real, manejando documentos que han desvelado a la opinión pública.
Todas estas personas, han declarado bajo juramento, y se han prestado para ser interrogados y declarar la verdad ante el Congreso de los EE.UU., que todo lo que revelan es la verdad, y tienen pruebas de todo ello. En una de esas conferencias multitudinarias, el Sargento Clifford Stone, no dudó en hablar sobre los EBEs, o en exponerse un dibujo muy gráfico de cómo era una de las naves que estudiaron.