Pazuzu, el Rey de los Demonios del viento de la mitología mesopotámica

Figuras que pueden asociarse al concepto de demonio han aparecido en casi todas las culturas y un ejemplo de ello es la antigua Mesopotamia que cuenta con algunos de los demonios más terroríficos: Pazuzu y Lamashtu

El Rey de los Demonios

Pazuzu era considerado “Rey de los demonios”  y una personificación de los vientos venidos del oeste. Se le representaba como a un ser con cuerpo humanoide pero con características animales como alas, cabeza de león, cuernos cápridos, pies de ave y cola de escorpión además de con un falo coronado con la cabeza de una serpiente.

Figura del demonio Pazuzu. (Wikimedia Commons / PHGCOM)

Se trataba de un ser en extremo poderoso que debía de ser temido pero lo curioso… es que también era venerado y se le invocaba para pedir protección.

Dualidad

¿Cómo podía un demonio ejercer dos roles opuestos? A Pazuzu también se le invocaba para pedir protección sobre todo para mujeres embarazadas y bebés. Se han encontrado muchos amuletos, mayoritariamente de la cabeza de este demonio, de los que se piensa, madres e hijos utilizaban a modo de collar e incluso han aparecido objetos de mayor tamaño que podían haberse colocado en alguna pared en los hogares, lo que pudo dar a esta figura un aspecto de protector doméstico pero… ¿de qué debían de protegerse mujeres, hijos y hogares?

La respuesta viene de otro de los demonios más temidos en estas creencias: Lamashtu.

Lamashtu

El principal antagonista de Pazuzu y consorte era el demonio femenino Lamashtu, una entidad de la que se dice que gustaba alimentarse de recién nacidos, beber su sangre y devorar su carne pero no contenta con esto, también gustaba de atormentar a las madres, a ella se le atribuía el provocar interrupciones en los embarazos. Era portadora de enfermedades e inducía horribles pesadillas tanto en mujeres como en hombres adultos a los que además, también podía hacer alguna visita buscando el probar su sangre.

Placa de bronce con relieves apotropaicos contra Lamashtu, periodo neoasirio (934-609 a. C.). La cabeza de la parte superior representa al demonio Pazuzu, su consorte y enemigo. Esta obra se encuentra en el Museo del Louvre de París. (WIkimedia Commons / Rama)

De esta figura cabe mencionar que algunos académicos han sugerido que pudiera ser una versión temprana de Lilith dado que no sólo comparten características, sino que además tanto Pazuzu como Lamashtu pertenecían a un grupo de demonios llamado “Lilu”.

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Protección

Así pues, se consideraba que Pazuzu era el único capaz de plantar cara a la terrorífica Lamashtu y es por esto que a él se le pedía protección con la adición de que también se le atribuía la capacidad de hacer que el resto de demonios se retiraran, algo para lo que utilizaba su gran poder.

Y esto, en cierto modo, hace de él un exorcista, aunque estemos hablando de un demonio. Era Pazuzu sin embargo, quien expulsaba al resto de sus congéneres y ya que mencionamos los exorcismos, no podíamos olvidarnos de la célebre película “El Exorcista” cuyo demonio protagonista es precisamente Pazuzu…