Por esta razón el físico británico Brian Cox cree que no encontramos vida alienígena
Es probable que pronto descubramos algún tipo de vida microbiana, quizás en el agua de Europa. Sin embargo, la posibilidad de encontrar vida extraterrestre inteligente aún parece lejana. De hecho, según declaraciones del físico británico Brian Cox a The Sunday Times, es posible que nunca encontremos tal cosa.
La razón, según Cox, es que cualquier especie que haya evolucionado lo suficiente para desarrollar tecnología avanzada probablemente se habrá destruido a sí misma antes de alcanzar un nivel de evolución suficiente. Esto se debe a que los avances en ciencia e ingeniería en cualquier civilización extraterrestre podrían superar la capacidad de sus instituciones políticas para gestionarlos.
¿Cuánta razón tiene Cox?
La idea de Cox no difiere de la ya conocida Paradoja de Fermi, que plantea una contradicción entre las estimaciones que sugieren una alta probabilidad de existencia de civilizaciones inteligentes en el universo observable y la ausencia de evidencia de tales civilizaciones. Esta paradoja fue formulada en 1950 por el físico Enrico Fermi. Fermi sugirió que cualquier civilización avanzada en la galaxia podría desarrollar la tecnología necesaria para su propia destrucción.
Según Cox, «Una solución a la paradoja de Fermi es que no es posible desarrollar un mundo que tiene el poder de destruirse a sí mismo y que necesita soluciones globales de colaboración para evitar eso». Sin embargo, aunque Cox es un gran divulgador, probablemente está expresando una opinión sobre un tema del que aún carecemos de suficientes datos.
La idea de Cox no es nueva y se asemeja a la teoría del Gran Filtro, propuesta por Robin Hanson de la Universidad George Mason. Esta teoría sugiere que existe algún tipo de obstáculo cósmico desconocido que impide que la vida se desarrolle más allá de cierta etapa.
Otro estudio de la Universidad Nacional de Australia, realizado por los astrobiólogos Aditya Chopra y Charley Lineweaver, propone una variante de esta posibilidad: la vida podría existir durante un breve periodo en otros planetas, pero se extingue rápidamente. Los investigadores llaman a esto «la hipótesis del cuello de botella de Gaia».
Un reciente estudio conservador, publicado en PNAS, sugiere que podría haber planetas potencialmente habitables como la Tierra orbitando alrededor de al menos el 1% de las estrellas del universo, lo que equivaldría a 100 millones de billones de planetas similares a la Tierra. Entonces, ¿dónde están las especies inteligentes?
Otra posibilidad es que la evolución no favorezca a las criaturas inteligentes, ya que la inteligencia no es necesariamente un rasgo adaptativo para sobrevivir en entornos cambiantes. Parece que los organismos más simples están mejor preparados para sobrevivir a los cataclismos planetarios y/o cósmicos. Por lo tanto, buscar especies inteligentes en el universo podría tener tanto sentido como buscar especies inteligentes con trompa de elefante o joroba de camello. Algo singular que, además, no resulta demasiado útil para sobrevivir durante milenios.
Además, la teoría del Gran Filtro plantea que cualquier civilización que alcance un alto nivel de desarrollo tecnológico podría enfrentarse a desafíos insuperables que lleven a su autodestrucción. Esto podría explicar por qué no hemos encontrado evidencia de civilizaciones avanzadas: aquellas que alcanzan un nivel tecnológico significativo podrían no sobrevivir lo suficiente como para establecer contacto con nosotros.
En resumen, aunque la idea de encontrar vida inteligente en el universo es fascinante, existen múltiples teorías que sugieren que puede haber obstáculos significativos que impidan su desarrollo o supervivencia. Desde el Gran Filtro hasta la hipótesis del cuello de botella de Gaia, estas teorías nos invitan a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y las complejidades de la evolución en el cosmos.