¿Por qué los budistas creían que Jesucristo era malvado? ¿Quién es Devadatta?
La fascinante historia se desarrolla no solo en el reino del mal, sino también a través de la curiosa relación entre Jesucristo y Buda como hermanos. Esta historia tiene sus raíces en el rico tapiz cultural de Tailandia, históricamente conocida como Siam. Durante el siglo XVII, el estado budista de Ayutthaya dominaba la región.
En la década de 1680, la orden monástica católica jesuita emprendió una misión en Ayutthaya con el objetivo de convertir al rey Narai al catolicismo. A pesar de sus fervientes esfuerzos, esta misión fracasó y culminó con la muerte del rey durante un levantamiento popular.
Aunque la misión principal de convertir al rey fracasó, la interacción entre los jesuitas, otros comerciantes y viajeros permitió una comprensión más profunda del budismo. El comerciante francés Jean-Baptiste Tavernier ofreció interesantes perspectivas sobre el budismo tailandés.
Señaló que el rey tenía en alta estima a los monjes, que estos monjes cumplían votos de castidad y se abstenían de matar animales (aunque podían consumir carne), creían en la transmigración de las almas y no tenían conocimiento seguro de adónde iba su dios después de la muerte (Tavernier se refirió al Buda como un dios).
Tal vez el aspecto más fascinante del relato de Tavernier sea su revelación sobre la creencia siamesa de que Buda era el hermano mayor de Jesucristo. Esta idea plantea una pregunta intrigante: ¿por qué considerarían a Jesús como hermano de Buda?
Cómo Jesús se convirtió en el hermano malvado de Buda
La explicación proviene del jesuita francés Guy Tachard, quien visitó Siam en 1685. A Tachard se le atribuye ser uno de los primeros europeos en proporcionar una descripción precisa de las características de Buda. Detalló la cosmología budista, la iluminación de Siddhartha Gautama (el Buda Shakyamuni) y su envidioso y malvado primo Devadatta. Según Tachard, los monjes budistas creían que Jesucristo era el hermano menor de Buda y el primo malvado de Devadatta.
Los siameses consideraron que el sufrimiento de Jesucristo en la cruz era un castigo apropiado para Devadatta, pues temían que convertirse al cristianismo los condenara al infierno.
El diplomático francés La Lubert, que visitó Siam en 1687, ofrece una explicación más detallada. La Lubert descubrió que los siameses identificaban a Jesús con el malvado Devadatta debido a una similitud percibida entre los nombres de sus madres. La madre de Buda era conocida como Maha Maya o “Gran Maya”, mientras que ellos creían erróneamente que se llamaba Maha Maria o “Gran María”.
Este parecido fonético llevó a los monjes budistas siameses a suponer que Jesucristo, que sufrió una muerte dolorosa como Devadatta, era la reencarnación del hermano menor de Buda, Devadatta.
¿Quién es Devadatta?
Devadatta era un monje, primo del Buda y, en un principio, su seguidor. Sin embargo, impulsado por intensos celos, Devadatta intentó dividir la Sangha (comunidad budista) y logró persuadir a 500 monjes para que se unieran a su causa. También intentó varias veces acabar con la vida del Buda.
Según la tradición Theravada, Buda no albergaba ningún odio hacia Devadatta. Devadatta acabó enfermando gravemente y fingió arrepentirse de sus acciones. Cuando se dirigía a pedirle disculpas falsas al Buda, la tierra se abrió y se lo tragó, condenándolo al infierno.
El descenso de Jesús a los infiernos puede haber sido interpretado por los siameses como un reflejo del destino del malvado Devadatta.