¿Qué es una guerra y por qué surge?

¿Qué es una guerra y por qué surge? Alguna vez te has hecho esta pregunta. A continuación una breve explicación del surgimiento de las mismas en sentido general y como fenómeno social.
Hoy, cuando vemos que ciudadanos de dos o más Estados se enfrentan violentamente, sus ciudadanos resultan muertos o mutilados producto y se destruye todo lo construido por la civilización, decimos que hay una guerra. Básicamente es eso. Pero no es más que la cara visible de otros fenómenos que son menos obvios. Vayamos un momento a la prehistoria. Cuando las hordas nómadas se enfrentaban, en un principio podría ser por los alimentos o por la posesión del fuego. Más tarde fue también por las mujeres. Pero en aquella época remota no se enfrentaban por el territorio ni por los recursos naturales. No había conciencia de sociedad. En el proceso de desarrollo histórico de la Humanidad, las personas poco a poco se reconocen como pertenecientes a un determinado grupo por sus gustos, características, ideas, y van organizándose cada vez mejor. Aquí el mosaico va desde idioma o modo de comunicación, hasta bailes, música, religión y otros muchos aspectos. Y esta noción de pertenencia a determinado grupo pasa por el concepto de pertenencia sobre los objetos primero, y sobre las personas, la tierra, y el agua después. La ignorancia, la necesidad de encontrar respuestas a fenómenos naturales como el nacimiento y la muerte, la lluvia y la sequía, los relámpagos, las erupciones volcánicas, los terremotos, el crecimiento de las plantas, la variedad de los animales y otros más, desarrollaron la imaginación y sentaron las bases del surgimiento de la religión. Así se van uniendo sentidos de pertenencia, de propiedad, religiosos, idiomáticos y de comunicaciones y van moldeando y definiendo cada persona. El ser humano se torna social, es decir, acepta la convivencia en grupo, la formación de sociedades.
Precisamente por vivir en sociedad se crean entonces patrones de convivencia, se define qué es bueno y qué es malo para cada grupo, qué se puede hacer y qué no. En otras palabras, se define el concepto de moral. La moral es diferente para cada sociedad. Y se plantea entonces el asunto de cómo una sociedad compuesta por mujeres y hombres libres resuelve los problemas que provoca su convivencia colectiva. El conjunto de normas y preceptos encaminados al quehacer ordenado en aras del bien común es lo que conocemos como Política. Conceptos modernos definen la política como la ciencia que se encarga del estudio del poder público o del Estado. Siguiendo con esta definición la política es el ejercicio del poder que busca un fin trascendente. La política define la participación ciudadana ya que posee la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para promover el bien común, como ya había dicho. Observemos que ya se habla de la existencia del Estado como organización más perfeccionada de la sociedad. Y el Estado, por supuesto, tiene fronteras, bandera, himno, raíces, costumbres, leyes, personas que lo defiendan, y muchas otras cosas. Pero los enfrentamientos aquellos entre las hordas primitivas de los que hablábamos al principio, por supuesto que no desaparecieron a medida que se iba desarrollando y complejizando la sociedad. Cada vez involucraban a mayor cantidad de seres humanos, se hacían más cruentos, extensos en territorio y prolongados en el tiempo. Y de aquellos primeros enfrentamientos violentos entre nómadas por un pedazo de carne o por una mujer se pasó a conflictos, escaramuzas, batallas y guerras por otras causas. Los motivos variaron en el “qué” específico, pero no en la esencia, que fue y es la misma: acceder a más “cosas” y tener potestad absoluta sobre ellas para beneficio propio y de su clan, grupo o sociedad. La sociedad moderna, representada en El Estado, puede o no apoyar la política del mismo. O una parte de la sociedad estar de acuerdo con esa política, mientras otra parte no lo está. Un Estado puede provocar una guerra por intereses de la sociedad completa o por intereses de una parte de esa sociedad. La guerra no es más que la continuación de la política del Estado, pero usando medios de fuerza. La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos. Supone el enfrentamiento organizado de los mismos, con el propósito de controlar territorios, recursos naturales o humanos, o para imponer algún tipo de ideología o religión y sometimiento. No se pueden catalogar, medir o condenar todas las guerras por el mero hecho de serlo sin conocer las causas que la motivan, o su fin. La primera guerra imperialista se originó a finales del siglo XIX en el conflicto entre Estados Unidos y España cuando Cuba intentaba independizarse de la metrópoli europea y los yanquis vieron una oportunidad de apropiarse de nuevos recursos humanos y naturales. Bajo los diferentes “ismos” se han sucedido guerras en sus múltiples variantes, desde las cruzadas del cristianismo, hasta las guerras de rapiña del actual imperialismo. La Primera Guerra Mundial tenía como objetivo básico repartirse el mundo entre los grandes imperios (entre ellos el Austro Húngaro, el Ruso, Británico) para adueñarse de recursos naturales necesarios para el desarrollo industrial del capitalismo. La Gran Guerra Patria de la Unión Soviética fue una guerra necesaria, liberadora, que tuvo que asumir el pueblo y gobierno soviéticos para defenderse del expansionismo nazista alemán al costo de más de 20 millones de seres humanos y la destrucción de gran parte de su territorio. La guerra independentista desarrollada por el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional organizado por el general Sandino, la guerra de guerrilla librada por el Ejército Rebelde en Cuba con el objetivo de derrocar la tiranía del dictador Fulgencio Batista, la guerra de liberación del pueblo vietnamita, la guerra dirigida y organizada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional fueron guerras necesarias. Hoy el concepto de guerra sigue siendo el mismo: la continuación de la política usando medios de fuerza. Pero los Estados que las promueven en su afán expansionista han sofisticado esos medios. Desde el uso de la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial han desarrollado armas químicas, bacteriológicas, de exterminio masivo, selectivas, sofisticadas, silenciosas, invisibles. Y han ampliado la modalidad a la guerra mediática, electrónica, económica. En fin, que el actual reparto del mundo siempre está pendiente de un nuevo reparto (valga la redundancia) porque aquella sociedad primitiva que al principio no conocía la propiedad privada ni sobre los piojos que tenían en sus cabezas ha evolucionado hasta ambicionar la propiedad sobre el territorio de la Luna.

Precisamente por vivir en sociedad se crean entonces patrones de convivencia, se define qué es bueno y qué es malo para cada grupo, qué se puede hacer y qué no. En otras palabras, se define el concepto de moral. La moral es diferente para cada sociedad. Y se plantea entonces el asunto de cómo una sociedad compuesta por mujeres y hombres libres resuelve los problemas que provoca su convivencia colectiva. El conjunto de normas y preceptos encaminados al quehacer ordenado en aras del bien común es lo que conocemos como Política. Conceptos modernos definen la política como la ciencia que se encarga del estudio del poder público o del Estado. Siguiendo con esta definición la política es el ejercicio del poder que busca un fin trascendente. La política define la participación ciudadana ya que posee la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para promover el bien común, como ya había dicho. Observemos que ya se habla de la existencia del Estado como organización más perfeccionada de la sociedad. Y el Estado, por supuesto, tiene fronteras, bandera, himno, raíces, costumbres, leyes, personas que lo defiendan, y muchas otras cosas. Pero los enfrentamientos aquellos entre las hordas primitivas de los que hablábamos al principio, por supuesto que no desaparecieron a medida que se iba desarrollando y complejizando la sociedad. Cada vez involucraban a mayor cantidad de seres humanos, se hacían más cruentos, extensos en territorio y prolongados en el tiempo. Y de aquellos primeros enfrentamientos violentos entre nómadas por un pedazo de carne o por una mujer se pasó a conflictos, escaramuzas, batallas y guerras por otras causas. Los motivos variaron en el “qué” específico, pero no en la esencia, que fue y es la misma: acceder a más “cosas” y tener potestad absoluta sobre ellas para beneficio propio y de su clan, grupo o sociedad. La sociedad moderna, representada en El Estado, puede o no apoyar la política del mismo. O una parte de la sociedad estar de acuerdo con esa política, mientras otra parte no lo está. Un Estado puede provocar una guerra por intereses de la sociedad completa o por intereses de una parte de esa sociedad. La guerra no es más que la continuación de la política del Estado, pero usando medios de fuerza. La guerra es la forma de conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos humanos. Supone el enfrentamiento organizado de los mismos, con el propósito de controlar territorios, recursos naturales o humanos, o para imponer algún tipo de ideología o religión y sometimiento. No se pueden catalogar, medir o condenar todas las guerras por el mero hecho de serlo sin conocer las causas que la motivan, o su fin. La primera guerra imperialista se originó a finales del siglo XIX en el conflicto entre Estados Unidos y España cuando Cuba intentaba independizarse de la metrópoli europea y los yanquis vieron una oportunidad de apropiarse de nuevos recursos humanos y naturales. Bajo los diferentes “ismos” se han sucedido guerras en sus múltiples variantes, desde las cruzadas del cristianismo, hasta las guerras de rapiña del actual imperialismo. La Primera Guerra Mundial tenía como objetivo básico repartirse el mundo entre los grandes imperios (entre ellos el Austro Húngaro, el Ruso, Británico) para adueñarse de recursos naturales necesarios para el desarrollo industrial del capitalismo. La Gran Guerra Patria de la Unión Soviética fue una guerra necesaria, liberadora, que tuvo que asumir el pueblo y gobierno soviéticos para defenderse del expansionismo nazista alemán al costo de más de 20 millones de seres humanos y la destrucción de gran parte de su territorio. La guerra independentista desarrollada por el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional organizado por el general Sandino, la guerra de guerrilla librada por el Ejército Rebelde en Cuba con el objetivo de derrocar la tiranía del dictador Fulgencio Batista, la guerra de liberación del pueblo vietnamita, la guerra dirigida y organizada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional fueron guerras necesarias. Hoy el concepto de guerra sigue siendo el mismo: la continuación de la política usando medios de fuerza. Pero los Estados que las promueven en su afán expansionista han sofisticado esos medios. Desde el uso de la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial han desarrollado armas químicas, bacteriológicas, de exterminio masivo, selectivas, sofisticadas, silenciosas, invisibles. Y han ampliado la modalidad a la guerra mediática, electrónica, económica. En fin, que el actual reparto del mundo siempre está pendiente de un nuevo reparto (valga la redundancia) porque aquella sociedad primitiva que al principio no conocía la propiedad privada ni sobre los piojos que tenían en sus cabezas ha evolucionado hasta ambicionar la propiedad sobre el territorio de la Luna.
from otra realidad