¿Rastrear o no rastrear tecnología extraterrestre? ¡Esa es el asunto!

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¿Rastrear o no rastrear tecnología extraterrestre? ¡Esa es el asunto!

¿Es razonable rastrear tecnología extraterrestre en el cosmos próximo y hondo? ¿Vale la pena invertir millones de millones de dólares en ello? ¿Qué provecho investigador obtendrá la sociedad? ¿Hay algún peligro para los “terrícolas” en esa búsqueda? El astrónomo de Harvard, Avi Loeb plantea este dilema en un actual artículo de Scientific American.

La búsqueda de antigüedades tecnológicas de culturas alienigenas inspirará al público y atraerá talento al campo de la astronomía.

Posteriormente de llegar a Adirondack Park en nuestras primeras vacaciones familiares desde el inicio de la pandemia, salí para mi rutina matutina. El sol arrojó luz sobre mi cuerpo como un caballo de carreras que precisa ser lavado. Y afuera vi inesperadamente un hermoso ciervo adolescente en las proximidades de un lago. Concentró sus ojos en mí para asegurarse de que no representara un peligro. Si hubiera alcanzado mi teléfono móvil para tomar una foto, habría desaparecido. Elegí disfrutar de la vista, saborear el instante como si el ciervo fuera una pieza musical transitoria.

En tales sucesos, la extraña belleza no es posible documentar o desaparece. Esto no me dejó forma de repartir mi extraña experiencia con mi familia.

Es factible que las generaciones previos hayan presenciado fenómenos que jamás fueron documentados científicamente. ¿Es factible que nos perdiéramos relevantes indicios científicas del pasado? La ciencia depende de la reproducibilidad de los resultados, pero puede ser necesario esperar mucho tiempo anteriormente de que se repitan acontecimientos raros.

Avi Loeb

Pensemos en una muestra

Consideremos una muestra particular. Supongamos que el sistema solar fue visitado por equipos tecnológicos de una civilización alienigena hace unos escasos millones de años, algo casi imposible, dado que la edad de la Vía Láctea es un millón de veces más larga que nuestra historia registrada. Si encontráramos un álbum de imagenes con imágenes de alta resolución de esa era, tendríamos una contestación afirmativa a la paradoja de Enrico Fermi: «¿Dónde están todos?». Pero la inexistencia de esta evidencia no representa que la contestación sea no. Si un árbol cae en el bosque y no hay nadie alrededor para escucharlo, ¿hace algún ruido?

Un remedio es investigar acontecimientos asombrosas en la larga historia de la Tierra. Como ejemplo, dos mil millones de años mas tarde de la creación de la Tierra, el nivel de oxígeno en la atmósfera aumentó por una razón sin identificar, haciendo factible la vida compleja que hoy en dia prospera en la Tierra. Incluso más asombroso, la vida inteligente apareció abruptamente en la última milésima porción de la historia de la Tierra. Es posible que ambos acontecimientos tengan un origen natural, pero son posibles diferentes aclaraciones.

Un mejor enfoque es rastrear en el firmamento antigüedades tecnológicas de culturas lejanas. El Plan Galileo, hace poco anunciado, apunta a imágenes de objetos próximos a la Tierra cuya naturaleza se ignora, como fenómenos aéreos sin identificar (UAP / OVNI) u objetos interestelares anómalos como el ‘Oumuamua. No tiene mucho sentido realizar lo contrario. Elegir no mirar por las ventanas no representa que sus vecinos no estén allí.

Una equivocación habitual es asumir que nuestro entorno fue coreografiado pensando en nosotros. Sin embargo, podemos ser sencillamente espectadores de una obra diseñada para diferentes actores, tal como lo era yo en el entorno natural de los ciervos de Adirondack. Cualquier equipo tecnológico hallado por el Plan Galileo podría haberse enviado hace millones de años, mucho anteriormente de que existieran los humanos. Las sondas podrían haber sido enviadas a la Tierra como un destino habitable por derecho propio.

Plan Galileo

El Plan Galileo ignorará los objetos que son de mayor interés para la seguridad nacional, como drones o aviones artificiales. Sin embargo, se centrará en la categoría “diferentes” en el reporte OVNI que se entregó al Congreso el 25 de junio de 2021.

Para justificar mi participación en el Plan Galileo como porción de mi trabajo diario en la Universidad de Harvard, expliqué que recopilará e interpretará datos de telescopios. En vez de centrarse en objetos distantes como suelen realizar los astrónomos, nuestro equipo de investigación rastreará los objetos próximos que se desplazan velozmente a lo largo del firmamento. No hay una separación mínima para que un objeto se considere astronómico, sobre todo si tuvo su origen fuera del sistema solar anteriormente de llegar a nuestro vecindario.

Representación artística de Oumuamua como una “vehículo espacial”.

Avi Loeb, astrónomo de Harvard y uno de los mas importantes investigadores del plan Galileo, estará presente en el Ufology Congress este 8, 9 y 10 de octubre. Puedes conseguir tus entradas para ver su presentación desde tu hogar vía LIVE STREAMING en este ENLACE.

Los miles de correos electrónicos de apoyo que recibí en los días posteriores al anuncio del Plan Galileo demuestran inequívocamente que el plan de soñar lo desconocido inspira a las personas. Llevar el ensayo a la rama principal de la astronomía atraerá modernos fondos y talentos a la ciencia. No existe inconveniente en rastrear evidencias; es una propuesta de “ganar-ganar” que nos enseñará algo reciente. Si bien ‘Oumuamua sea un objeto natural, como un iceberg de hidrógeno jamás anteriormente observado, aprenderemos que debe haber focos de objetos interestelares que son muy distintas del sistema solar. Al dirigir el Plan Galileo, actúo como un ex agricultor que ha conservado la curiosidad de su niñez. Entiendo la resistencia de aquellos que no comparten mi perspectiva, pero disfrutan de la compañía de exploradores y donantes de ideas similares.

El Plan Galileo es una expedición de pesca. Usamos ganchos en forma de telescopios sin suponer lo que puedan atrapar. La innovación básico es que elegimos rastrear respuestas por medio de telescopios. Esta es la lección más notable que aprendemos del debate de Galileo Galilei con filósofos que se negaron a mirar por medio de su telescopio.

Hace poco, un filósofo dio a conocer una noticia que utiliza el razonamiento filosófico para argumentar que ‘Oumuamua no podría tener un origen tecnológico. Esto propone que rastrear respuestas en telescopios no es tan trivial como podría parecer cuatro siglos mas tarde de Galileo.

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