Recuerda

El mundo está lleno de gente que quiere recoger frutos de árboles que nunca sembraron, pero olvidan que la tierra recompensa solo a quienes la trabajan. Quieren éxito sin esfuerzo, reconocimiento sin dedicación y riquezas sin sacrificio. Sin embargo, los frutos más dulces son aquellos que nacen de la paciencia, la constancia y el compromiso. Solo quien cultiva con esmero puede disfrutar de la verdadera abundancia.