Hay un lugar envuelto en misterio y que infunde terror en muchos: el Triángulo de Alaska. Aunque es una región remota, es conocida por las miles de personas que han desaparecido allí.

Curiosamente, parece haber un patrón en las regiones triangulares del mundo, donde quienes las atraviesan a menudo no vuelven a ser vistos.

Todos hemos oído hablar del Triángulo de las Bermudas y de las misteriosas desapariciones de aviones y barcos en esa zona, pero pocos saben que hay un lugar similar en Alaska que también deberíamos evitar.

A pesar de que se estima que 20.000 personas han desaparecido en el Triángulo de Alaska, no se habla de él ni la mitad de lo que se habla de su contraparte en el Atlántico Norte, aunque debería ser así.

Esta área se define vagamente como una región salvaje entre Utqiagvik, Anchorage y Juneau, y aparentemente no deberías aventurarte allí a menos que seas muy valiente y no te importe arriesgar tu vida.

Reportes de desapariciones desde 1970

Según History Channel, esta región es especialmente inquietante debido a la cantidad de casos de personas desaparecidas sin resolver, que supera a la de cualquier otro lugar del mundo. Desde principios de la década de 1970, se estima que 20.000 personas han desaparecido en el Triángulo de Alaska.

Ubicación del Triángulo de Alaska. Crédito de imagen: YouTube / History Channel

Lo que hace esta cifra aún más intrigante es la baja densidad de población en la región, conocida como el “Triángulo de las Bermudas de Alaska”.

El criptozoólogo y investigador estadounidense Ken Gerhard ha realizado estudios exhaustivos en la zona y se siente inquieto por las “extrañas desapariciones” que han ocurrido sin explicación.

En una entrevista con History Channel, comentó:

«Durante mis investigaciones en el Triángulo de Alaska, descubrí que varios de estos casos de personas desaparecidas no podían resolverse de manera lógica.

No se trataba simplemente de alguien atacado por un oso o que cayó en una grieta; a menudo eran personas que llevaban una vida cotidiana normal.

No estaban en una gran aventura, y aun así, desaparecieron sin una razón aparente».

De manera escalofriante, Gerhard mencionó que dos personas desaparecieron -una en un “crucero” y otra en una “zona turística abarrotada en la cima de una montaña”- mientras él y su equipo estaban presentes.

El investigador Ken Gerhard dijo que tuvo una “experiencia muy extraña” en el llamado Triángulo de Alaska. Crédito de imagen: YouTube / History Channel

La primera desaparición conocida

El Triángulo de Alaska se hizo conocido como un lugar misterioso en 1972, cuando una avioneta desapareció sin dejar rastro durante un vuelo de Anchorage a Juneau.

A bordo iban tres personas: Thomas Hale Boggs Sr., líder de la mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos; Nick Begich, congresista por Alaska; y su ayudante Russel Brown, junto con el piloto. La avioneta desapareció de manera repentina.

A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda, que sumaron más de 3.600 horas y cubrieron un área de 841.000 km cuadrados, no se encontró ni a los pasajeros ni a la aeronave.

Este incidente generó numerosas teorías conspirativas, especialmente porque involucraba a dos figuras políticas prominentes. Sin embargo, su desaparición sigue siendo un enigma, al igual que la de otras 19.996 personas que han osado aventurarse en el Triángulo de Alaska.

La región es conocida por sus “cordilleras escarpadas” y “naturaleza virgen”, además de su clima “extremadamente frío”, lo que hace que la supervivencia sea poco probable.

Además, la zona está habitada por numerosos osos y cuenta con “millones de lagos, innumerables grietas y vastos valles” que podrían ocultar cualquier rastro.

Alaska. Crédito de imagen: depositphotos.com

Algunos casos que se han resuelto

Aunque no es muy conocido, algunas desapariciones en el Triángulo de Alaska han sido resueltas.

Gary Frank Sotherden, un cazador de Nueva York, desapareció en los salvajes parajes de Alaska a mediados de los años 70.

Su hermano mencionó que la familia no había podido “cerrar el caso” debido a la incertidumbre sobre su destino, manteniendo siempre la esperanza de que “siguiera vivo” de alguna manera.

Sin embargo, tras más de cuatro décadas, durante las cuales los padres de Gary fallecieron sin saber qué le había ocurrido, se logró un avance significativo.

Se encontró un cráneo humano en la orilla del río Porcupine, en el noreste de Alaska, y en 2022, el análisis de ADN confirmó que pertenecía a Gary.

Tim DeSpain, portavoz de la Policía Estatal de Alaska, declaró a AP:

“Basándonos en la forma, el tamaño y la ubicación de las marcas de dientes en el cráneo, parece que la persona fue víctima de un ataque de oso”.

Aunque la causa de la muerte no se ha confirmado oficialmente, el hermano de Gary cree que “lo más probable es que muriera a causa de un ataque de oso”.

En resumen, parece ser un lugar que es mejor dejar en paz.

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