Un satélite de la NASA ha estudiado una nube peculiar que aparece regularmente sobre la región de Strath-Taieri, en el sureste de Nueva Zelanda.

Una imagen satelital tomada el 7 de septiembre muestra una nube alargada y distintiva sobre una cadena montañosa. Esta formación nubosa, que los locales llaman “Taieri Pet” o “Mascota Taieri”, es conocida por formarse siempre en el mismo lugar.

¿Cuál es la explicación?

Aunque a primera vista la nube parece un misterio, la NASA ha propuesto una teoría: se trata de un altocúmulo lenticular permanente (ASLC, por sus siglas en inglés). Este tipo de nube se forma cuando los vientos se encuentran con una barrera montañosa, elevándose y creando una onda estacionaria. El aire en la cresta de esta onda se enfría, formando vapor de agua que se condensa en nubes.

John Law, meteorólogo del MetService de Nueva Zelanda, explicó en un comunicado de la NASA:

“A medida que la nube se forma en la cresta de esta onda, permanece casi inmóvil en el cielo, moldeada por los fuertes vientos que la atraviesan”.

Formaciones nubosas inusuales

Otras nubes ASLC pueden adoptar formas aún más sorprendentes, como pilas de discos o cuencos que se elevan hacia el cielo.

Incluso el Taieri Pet, visto de lado, parece una serie de capas apiladas que alcanzan cientos de metros de altura, dándole un aspecto similar al de un OVNI.

La nube con forma inusual apodada “Taieri Pet”. Crédito de imagen: NASA

Karl Philippoff, observador meteorológico, dijo en un comunicado al blog Mount Washington Observatory:

“Lo que hace únicas a estas nubes es que son muy dinámicas, y mientras cada parcela de aire individual experimenta este ciclo de enfriamiento y condensación y calentamiento y evaporación, visualmente, la nube parece estar quieta”.

Con sus bordes extremadamente nítidos, la Taieri Pet es en realidad el resultado de unas fuerzas ambientales extremadamente fuertes.

John Law, meteorólogo de MetService, explicó:

“La aparición de la Taieri Pet es un gran indicador de fuertes vientos en lo alto de la atmósfera”.

Como era de esperar, volar cerca de la nube puede ser peligroso y provocar fuertes turbulencias, según la NASA.

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