Usar una Esfera de Dyson para “volver a la vida” a los individuos: ¿Es factible?

Usar una Esfera de Dyson para “volver a la vida” a los individuos: ¿Es factible?

¿Y si en el  futuro lejano, fuera factible volver la vida? Un grupo de transhumanistas y futuristas han desarrollado enfocada en la Esfera de Dyson y en la Inteligencia Artificial para concebir réplicas digitales exactas.

La teoría de los futuristas rusos propone que una megaestructura como la esfera de Dyson pudiera ser explotada para alimentar una inteligencia artificial tan compleja, que almacene una cantidad gigantesca de memoria digital.

Una vez termine la operación, la inteligencia artificial podría reanudar la vida una persona en el interior de una realidad simulada.

Esfera de Dyson y la resurrección

Alexey Turchin es el encargado de la teoría, quien asegura, la ha estado desarrollando desde que era solo un niño de 11 años. Al lado a su colega, Maxim Chernyakov, publicaron una noticia denominado «Classifying Approaches to the technological resurrection».

Ambos han estado trabajando desde hace años en la resurrección y, de hecho, la esfera de Dyson sería su plan C. Su plan A, B y D, están enfocados en el alargamiento de la presencia biológica, la criopreservación perenne y la ambiciosa inmortalidad cuántica.

Turchin participa activamente en el movimiento transhumanista ruso desde 2007. igualmente estuvo en la política anteriormente de dedicarse totalmente a su «Hoja de ruta hacia la Inmortalidad», registrando cada aspecto de su día a día.

Afirma que esa es la plataforma que precisa la IA del futuro para que pueda generar una copia digital con las circunstancias mentales exactas o lo más fiel factible a como fue en vida biológica.

Turchin explicó a PopMec, que lo básico es que, una vez hecha la copia digital, todo es factible.

El inconveniente principal es que se resucitaría en formato digital a los individuos que han sido documentadas digitalmente. Esto sería diversos miles de millones de personas.

Una operación insostenible hoy en dia del punto de vista energético y computacional. Para ello, es imprescindible tener una fuente de poder parecido al Sol. Lo más comparable sería una esfera de Dyson.

Al ser una megaestructura que rodea una estrella para atrapar, por lo menos, una porción de su energía, esta pudiera ser ideal para alimentar la supercomputadora que almacenará los datos.

A esto se le añade un denso sistema de satélites dedicados, unicamente, a la conversión de la energía solar.

evidentemente, los investigadores afirman que es imposible edificar una megaestructura como la esfera de Dyson.

La posición de la ciencia

Stuart Armstrong, del Instituto para el Futuro de la Sociedad de Oxford, afirma que, de hecho, es totalmente impracticable.

La resistencia a la tracción necesaria para impedir que la supuesta esfera de Dyson se rompa, por sí sola, supera con creces cualquier material conocido.

asimismo, la estructura no se aunaría gravitacionalmente a su estrella de forma estable. Si alguna porción de la esfera es empujada más en las proximidades de la estrella, ya sea por un meteorito u otro causa, esa parte sería más atraída, lo que generaría inestabilidad y colapsaría el sistema.

Pero Turchin además creyó en ello. Para él, los humanos no seremos quienes construyan la megaestructura, serán los nanobots.

Esta nanotecnología serían los culpables de extraer componentes útiles de algún mundo para despues usarlos en la esfera.

en cambio, aun si se consigue edificar, la resurrección digital planteada parece imposible. Stephen Holler, maestro de física de la Universidad de Fordham, afirma que no es factible someter a alguien a las mismas circunstancias de desarrollo que tuvo en su vida. Eso presupone que se conocen todas las circunstancias de su desarrollo.

Hay demasiados acontecimientos de una persona que ocurren en el transcurso de su vida que se desconocen. Por ello, volver a la vida de esa forma es muy complejo.

Tal vez sea factible crear un «gemelo digital»; una criatura lo más comparable factible, que, de cualquier forma, evolucionará de forma independiente, siendo una persona completamente nueva cuando los datos a replicar se terminen.

asimismo, hay una cuestión que va más allá de la ciencia; como asegura Kelly Smith, de la Universidad de Clemson ¿Existirá una persona a la que le interese volver a la vida digitalmente?

Moralmente, es una hipotesis extremadamente cuestionada. Incluso si el desarrollo de la sociedad nos lleva por un camino donde las religiones son obsoletas. ¿Alguien verdaderamente querrá vivir eternamente en el interior de un planeta digital?