Valhalla, el paraíso de los Guerreros Vikingos

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En la mitología nórdica, Valhalla es un majestuoso salón ubicado en Asgard, reino bajo el dominio del dios Odín. Guerreros seleccionados emprenden un viaje para unirse a los caídos en combate y prepararse para la batalla final que marcará el destino del universo.
Odín, el rey de los dioses nórdicos, gobierna este espléndido lugar en el plano espiritual. Es él quien decide qué guerreros caerán en cada batalla y serán llevados a Valhalla tras su muerte.
En Valhalla, los guerreros tienen una misión fundamental: prepararse para la gran confrontación contra los Gigantes, un evento conocido como el Ragnarok, que amenaza con destruir el cosmos.
Dos grandes familias, complementarias en sus funciones, compiten por los honores en el panteón germánico: los Vanir y los Aesir. Los Vanir, relacionados con la tierra y el agua, simbolizan la agricultura, esencial para la subsistencia. Son responsables de proveer bienes y placeres terrenales como la riqueza, la fertilidad, la paz y el amor. Además, poseen dones de videncia y habilidades mágicas, lo que los convierte en divinidades. Entre sus figuras emblemáticas están Njörd, dios de las aguas, y sus descendientes Freyr y Freyja.
La deidad Odin. Cortesía: historiando.org
La función de los Aesir es predominantemente guerrera, lo que probablemente los hizo más famosos debido a su naturaleza belicosa, llevándolos a protagonizar la mayoría de las hazañas y aventuras. El líder supremo es Odín, seguido por sus descendientes Thor y Balder. Otros dioses importantes son Frigg, Heimdall, Tyr y Loki. Residen en Asgard, el paraíso nórdico, cuya construcción más célebre es sin duda Valhalla, el santuario de los guerreros caídos en combate.
Freyr, hijo de Njörd.
Construcción del Valhalla
Valhalla es un verdadero símbolo y un grito de guerra para el alma germana. Fue construido por un gigante que exigió como recompensa el Sol, la Luna y la diosa Freyja. Las deidades, por consejo de Loki, aceptaron el trato creyendo que el gigante nunca podría cumplir con el plazo y que terminaría su labor sin cobrar. Sin embargo, desconocían que el gigante tenía un caballo colosal que le ayudaba a avanzar rápidamente en la obra.
Cuando los dioses se dieron cuenta de lo que ocurría, alarmadas, le exigieron a Loki encontrar una solución, pues no estaban dispuestas a pagarle. Loki, maestro del engaño, se transformó en una yegua en celo y atrajo al caballo del gigante. Este, enloquecido de deseo, persiguió a la yegua, dejando al gigante solo con su trabajo. A pesar de las protestas y maldiciones del gigante, su caballo no volvió, y el gigante no pudo terminar a tiempo. Enfurecido, fue a reclamar a las deidades, pero la disputa se descontroló y Thor intervino, aplastando la cabeza del gigante con su martillo.
Mientras tanto, el caballo alcanzó a Loki convertido en yegua, y de esta unión nació Sleipnir, el poderoso corcel de ocho patas de Odín.
Loki. Cortesía: Wattpad.com
La Vida en el Valhalla
En el corazón de Asgard, erigieron Thorsheim, el refugio sagrado al que solo los guerreros más valientes, caídos en batalla, pueden aspirar. Construido con los restos de glorias pasadas, sus muros están hechos de escudos destellantes y lanzas incansables, todos ellos trofeos de combates épicos y luchas encarnizadas.
Cada día, sus moradores, unidos por la camaradería y el espíritu guerrero, emergen a través de las 540 imponentes puertas del edificio celestial. Se enfrentan en combates amigables bajo el cielo eterno, sabiendo que ninguna herida es permanente, y que cada caída es solo una pausa en la danza de la guerra. Al término de la jornada, vuelven a Thorsheim, donde las doncellas de Freyja, guerreras de gracia y poder, les esperan con festines dignos de héroes.
Estas valientes mujeres sirven hidromiel, dulce como la victoria, extraída de las ubres de la sagrada cabra Brísingamen, que pasta serenamente en las alturas del refugio. La carne del majestuoso jabalí Hildisvíni, que cada noche se regenera, es la fuente inagotable de sustento para estos guerreros eternos. En el gran salón de banquetes, se deleitan con la vista y el sonido de una cascada de miel que fluye desde los cuernos del ciervo Gullinbursti, añadiendo un toque de magia a su festín.
Cortesía: mitosyrelatos.com
Al igual que los alimentos y bebidas tienen propiedades rejuvenecedoras, también los guerreros comparten estas habilidades en el más allá. Las heridas que reciben en las batallas diarias se curan mágicamente durante la noche, asegurando que estén en perfectas condiciones para el festín nocturno. Incluso si caen en combate, vuelven a la vida al amanecer. Es una existencia digna de reyes, un destino al que todo guerrero aspiraba llegar.
¿Dónde está Valhalla?
El término Valhöll, proveniente del antiguo nórdico, se traduce como «salón de los muertos». Valhalla, descrito como el espléndido dominio de los dioses en Asgard, uno de los nueve mundos de la mitología nórdica, es un lugar de inmensa belleza, justicia y orden. Este reino celestial se encuentra en las ramas relucientes del árbol mundial Yggdrasil.
Dentro de Asgard, se encuentra el majestuoso Gladsheim, el hogar preferido de Odín y el lugar donde los dioses se reúnen cada día para celebrar sus consejos. Sin embargo, en otras interpretaciones de las leyendas nórdicas, se dice que el Salón de los Asesinados existe en un reino subterráneo.
Valkirias. Cortesía: mitologias.readthedocs.io
El nombre Valhöll, que se traduce como «salón de los caídos», parece estar relacionado con Valhallr, «la roca de los caídos», un término otorgado a ciertas rocas y colinas en el sur de Suecia, donde se creía que habitaban los muertos. Este lugar es uno de los mayores centros históricos de culto a Odín.
Las valquirias, hermosas doncellas guerreras, sirven a Odín recogiendo a los guerreros caídos. Su misión principal es decidir qué guerreros vivirán o morirán en la batalla. Aquellos que fallecen son llevados por las valquirias a Valhalla, donde se convierten en Einherjar, los guerreros de élite de Odín. Estos valientes luchadores están destinados a ayudar a Odín en el Ragnarok, la gran batalla final que marcará el fin del ciclo cósmico y la muerte de la mayoría de los seres vivos en el universo.
Yggdrasil
¿Cómo se veía Valhalla?
«Grímnismál», uno de los poemas antiguos de la Edda poética, escrito aproximadamente en el siglo X, ofrece una de las descripciones más detalladas del Salón de Odín. Según este poema, el salón resplandece con torres doradas. Su techo está compuesto por escudos de batalla, y las lanzas actúan como vigas. La armadura adorna los largos bancos. Sobre la sala dorada, un águila vuela majestuosa, mientras que un lobo vigila desde las puertas occidentales.
Cortesía: heimskringla.no
Las ramas del legendario árbol Laerad, que muchos consideran iguales al árbol mundial Yggdrasil, se extienden majestuosamente sobre el salón dorado. Aquí, la cabra Heidrun y el ciervo Eikthyrnir se alimentan constantemente de estas ramas, asegurando la perpetuidad de sus ciclos vitales. Alrededor de la imponente sala de Odin, el río Thund ruge de manera ensordecedora, marcando el poder y la presencia del dios.
En el perímetro exterior de la sala, se encuentra la antigua y sagrada puerta conocida como Valgrind, guardiana de secretos y custodio de valor. Más allá de esta entrada, se alzan 540 puertas colosales, cada una custodiando a ochocientos valientes guerreros. En el día destinado de la batalla final, Ragnarok, estos soldados emergerán para enfrentar al feroz lobo Fenrir, cuyo rugido estremece los corazones.
Ragnarok, el final del cosmos nórdico, se asimila al Apocalipsis judeocristiano, narrando la destrucción y el renacimiento del mundo. Popularizado bajo el evocador nombre de «El Crepúsculo de las Divinidades» por Wagner, esta profecía resuena en los ecos de la historia como un canto de fin y nuevo inicio.
Cortesía: mitosyrelatos.co
La llegada de Ragnarok se anuncia con una serie de cataclismos naturales que sacuden el mundo con una fuerza inexorable. Entre los más aterradores, se encuentra un invierno de tres años de duración, sumiendo al planeta en un frío y oscuridad interminables. Los ángeles trompeteros de la Revelación de San Juan son sustituidos en este relato por el estridente canto de tres gallos infernales: Fjalarr, Gullinkambi y el Gallo Rojo del Hollín.
En medio del caos, el lobo encadenado Fenrir, excitado por el clamor de la destrucción inminente, logra superar su sufrimiento y recuperar la fuerza necesaria para romper las cadenas que lo mantenían prisionero. Con un aullido de ira, devora sin piedad al Sol y la Luna, sumiendo al mundo en la oscuridad total. Yggdrasill, el gran árbol de la vida, tiembla desde su copa hasta sus raíces, y los mundos conectados a él se convulsionan terriblemente.
En este escenario apocalíptico, Loki se libera de sus ataduras y escapa hacia Hel. Consumido por la venganza, se alía con el drakkar, una embarcación construida con las uñas de los muertos, que transporta en su interior a las hordas de criminales fallecidos. Este barco desempeña un papel crucial en el acto final, pues Ragnarok se desatará cuando la nave haya sido terminada de edificar. Así, el destino del planeta está intrínsecamente ligado a las acciones y decisiones de la propia humanidad.
La Lucha de Titanes
Jormungandr, la gigantesca serpiente de Midgard, emerge del fondo del mar con una fuerza descomunal, desatando una inundación devastadora. Para evitar ser arrastrados por las aguas, los gigantes se unen a la tripulación del barco de Loki, buscando refugio en su oscura promesa de venganza. Entre ellos, un colosal gigante de fuego de Muspellheim toma el mando, abriendo paso a las fuerzas malignas en su asalto al Valhalla.
Cabalgando hacia Asgard, los cascos flamígeros de sus corceles desmoronan el arco iris bajo su peso. Freyr, el valeroso dios, se enfrenta a ellos con determinación, pero su esfuerzo es en vano, y finalmente es derrotado. En la llanura de Vigrid, una brutal matanza comienza, desatando un caos que amenaza con destruir el cosmos tal como se conoce. La batalla final de Ragnarok se aproxima, marcando el destino de dioses y mortales por igual.
Cortesía: mitosyrelatos.co
Odín, al mando de los dioses, cabalga sobre su poderoso corcel, Sleipnir. Sin titubeos, se abalanza sobre el colosal lobo Fenrir, cuyas enormes fauces se abren listas para tragarse a ambos. Thor, su hijo, observa impotente, pues se encuentra atrapado entre los anillos de Jormungandr, que exhala su aliento venenoso sobre él. Thor finalmente logra liberar su martillo y hunde su corazón en la bestia, pero el veneno lo debilita tanto que apenas puede dar unos pasos antes de caer sin vida.
Mientras tanto, Odín es vengado por la silenciosa deidad Vídar, quien, con un asombroso despliegue de fuerza, se monta sobre Fenrir y consigue partirlo en dos, produciendo un chasquido atronador que resuena en todos los rincones.
En el caos que sigue, Garmr, el temido perro de Hel, ataca a Tyr y lo devora. Sin embargo, Tyr conserva suficiente fuerza para, antes de morir, apuñalar el corazón de la bestia desde su interior. Loki y Heimdallr, en un enfrentamiento final, luchan con tal ferocidad que ambos acaban reducidos a cenizas en el campo de batalla.
Cortesía: cosmoecologos.blogspot.com
A lo largo de la vasta llanura, se despliega un desolador panorama de sangre y caos. Las Valquirias y los Berserkers luchan valientemente contra los muertos y los gigantes, sumergidos en una batalla feroz y sin tregua. Los personajes legendarios de la crónica caen uno a uno, sumidos en el fragor del combate.
En la hecatombe final, Surtr, el gigante de fuego, lanza las últimas andanadas de llamas, consumando el desastre. Las tierras arden y el cielo se tiñe de un rojo ominoso, mientras el cosmos conocido se desintegra en un cataclismo apocalíptico.
Cortesía: viking.com
Después del Ragnarok
Después de esta devastadora hecatombe, un panorama desolador se extiende hasta donde alcanza la vista, y el silencio reina supremo. Aunque parece que todo ha llegado a su fin de manera definitiva, una antigua profecía mantiene la esperanza viva: cuando el Ragnarok se haya consumado, la tierra renacerá de las aguas, hermosa y verde.
En la Llanura Reluciente, donde una vez se erigía Asgardr, los supervivientes del desastre se reunirán. Las cenizas del pasado darán paso a un nuevo comienzo, donde la vida brotará nuevamente y la esperanza florecerá en el corazón de los valientes que hayan resistido el cataclismo.
Cortesía: taringa.net
Vidarr y Vali, jóvenes descendientes de Odín, encuentran entre la hierba unas maravillosas tablas de oro donde está grabada toda la sabiduría de los hombres y deidades. A su lado, se encuentran Modi y Magni, los dos hijos de Thor que sobrevivieron a la gran batalla contra el mal. Desde el inframundo, regresan también los hermanos Balder y Hódr. Además, dos humanos que se habían escondido en el Bosque del Tesoro durante el desastre emergen ahora de su refugio.
Todos ellos se unirán para repoblar las tierras desoladas. En el cielo, un nuevo sol, nacido antes de que el anterior pereciera en las fauces de Fenrir, brilla con renovada fuerza. Algunas mitologías predicen que en el futuro, incluso el resto de las deidades podría regresar de la muerte. En última instancia, los mitos nórdicos encapsulan el concepto de que nada se destruye verdaderamente, sino que se transforma y sigue existiendo eternamente.
Concepto para los vikingos
Cuando hoy en día nos sumergimos en la leyenda nórdica, a menudo imaginamos estas historias como fantásticos cuentos de hadas diseñados para entretenernos. Sin embargo, para las comunidades germánicas y nórdicas, sus creencias religiosas y el panteón de deidades tenían una influencia predominante en su vida cotidiana. Para ellos, estas deidades verdaderamente existían.
Los vikingos buscaban actuar correctamente para apaciguar a las deidades a través de sus acciones. Regularmente realizaban rituales tanto en privado como en comunidad, esperando recibir bendiciones divinas específicas como fertilidad, cosechas abundantes o éxito en batallas a cambio de sus sacrificios. Además, veneraban a los espíritus encarnados en la naturaleza, como rocas, montañas y ríos, reflejando una profunda conexión y respeto por el mundo natural.
Cortesía: taringa.net
El Salón de Odin pudo haber sido la fuente inspiradora de los guerreros vikingos en el campo de batalla. No en vano sus creencias sobre Valhalla dieron a los vikingos la fama de estar entre los guerreros más valientes y feroces de la cronica. Sus batallas en esta vida fueron consideradas seguramente como una evidencia para pertenecer al ejército de élite en la otra vida.
No es raro suponer que las creencias de los vikingos los convirtieron en luchadores que entrenaron y lucharon sin reservas ni miedo a la muerte, ya que Odin pudo haber estado observándolos para honrarlos en su planeta espiritual. El someterse a sí mismos a las evidencias, era una probabilidad para que el soberano de las deidades los seleccionaría para honrarlos en la batalla final de Ragnarok.
Los Viejos dioses reviven en Islandia
Hoy en dia, la asociación Asatruarfelagid con sede en Islandia promueve la adoración religiosa de las divinidades nórdicas. Desde hace poco tiempo, cerca de 2.500 personas no sólo han revivido la adoración religiosa de esas divinidades, sino que además hace poco consiguió fondos económicos y permisos gubernamentales para edificar un santuario en honor a los antiguos dioses, un hecho que no sucedía desde hace cerca de mil años, cuando la población islandesa fue evangelizada.
Los devotos del Asatruarfelagid ven en su vieja religión una figura de apuntalar valores tradicionales y diferentes más de hoy, como la tolerancia y el respeto al medio ambiente.
Cortesía: wildhunt.org
El recinto con sede en Reikiavik, la capital del país, servirá como lugar de celebración de los rituales religiosos usuales: matrimonios, funerales, bautizos, etc. Hilmar Orn Hilmarsson, sumo sacerdote de Asatruarfelagid, declaró: “Pienso que nadie estima en un hombre tuerto que monta un caballo de 2.5 m. Lo normal es que esas historias sean consideradas como metáforas poéticas y manifestaciones de las fuerzas de la naturaleza y la psicología humana”. Lo cual, en cierto modo, es la definición esencial de casi cualquier religión.