Los científicos han anunciado un descubrimiento monumental: un robot submarino ha identificado la legendaria Atlántida
Foto: Vista de la cumbre de Los Atlantes, una montaña submarina con tres volcanes inactivos. IGME-CSIC
Los investigadores han descubierto la ciudad perdida de la Atlántida frente a la costa de Lanzarote, España. Si se confirma, podría considerarse el descubrimiento más importante de la historia y podría alterar nuestra comprensión de la historia.
El continente perdido se considera a menudo el mayor mito jamás relatado, que adquiere proporciones de un acontecimiento histórico real. Para muchos, se trata de una verdad histórica que espera confirmación. La ciudad perdida de la Atlántida es uno de los mitos más antiguos.
La historia comienza con el antiguo filósofo griego Platón (427 – 348 a. C.), quien postuló la existencia de una civilización avanzada que prosperó aproximadamente 9.000 años antes de su era.
Afirmó que esta civilización poseía una tecnología muy superior a la de su tiempo y se caracterizaba por una arquitectura extraordinaria. Según él, habitaban una enorme isla situada más allá de las “Columnas de Hércules”, hoy identificadas con Gibraltar.
Platón afirmaba que una catástrofe azotó la Atlántida y que la isla entera se hundió en el mar en un día. Se creía comúnmente que el hundimiento de la isla en el océano era consecuencia de la inmoralidad de sus habitantes.
Aunque no se han descubierto pruebas concretas de la existencia de la Atlántida, se encuentran numerosos indicios de su presencia no sólo en los relatos de Platón, sino también en los mitos de culturas que se extendieron tanto al este como al oeste del océano Atlántico. Estos relatos incluyen referencias no sólo a pueblos europeos, sino también a los mayas y aztecas de lo que hoy es América Latina.
Platón no fue el único escritor antiguo que hizo referencia a las naciones insulares del océano Atlántico. El historiador Teopompo, del siglo IV a. C., describió un vasto continente poblado por gigantes. El geógrafo Marcelo hizo referencia a diez islas divinas. En el siglo XVII, el erudito alemán Athanasius Kircher elaboró un mapa geográfico de la Atlántida, que marcó el inicio de la búsqueda de la legendaria tierra de los atlantes.
Los entusiastas buscan rastros de la Atlántida no sólo en el Atlántico, sino también en el Ártico, cerca de las costas noroccidentales de Europa y África, en el Triángulo de las Bermudas, y cerca de Cuba, las Bahamas, las Azores y las Islas Canarias, así como cerca de Sicilia, Malta, Chipre y Creta. Muchos investigadores creen que el reino de la Atlántida no era una única masa de tierra, sino más bien un vasto archipiélago.
Los mitos y leyendas de casi todas las civilizaciones de ambos hemisferios de la Tierra mencionan a fundadores de sus culturas que surgieron de las profundidades del océano o de tierras muy lejanas del horizonte. Estas leyendas a menudo hablan de una patria de estos pioneros que fue destruida por un evento catastrófico.
Por lo tanto, es concebible que haya habido múltiples Atlántidas a lo largo de la historia humana.
Los investigadores que participan en el proyecto Atlantis del IGME-CSIC en España están convencidos de haber desmontado el mito. Utilizando un submarino robótico submarino, han descubierto una cadena de islas sumergidas frente a la costa este de Lanzarote.
Al descender a una profundidad de 2.500 metros, el submarino recuperó muestras del fondo marino de una isla que se cree se hundió hace millones de años.
Desde entonces, han bautizado esta tierra como “Los Atlantes”, en homenaje a la antigua leyenda. El geólogo marino Luis Somoza, del Servicio Geológico de España, compartió sus ideas con Live Science:
“Este podría ser el origen de la leyenda de la Atlántida. Hemos identificado playas, acantilados y dunas de arena en la cima plana de la montaña submarina”.
Somoza agregó:
“Eran islas en el pasado y se han hundido, todavía se están hundiendo, como dice la leyenda de la Atlántida”.
Las investigaciones indican que el archipiélago de Los Atlantes existió durante la época del Eoceno, hace entre 56 y 34 millones de años. Los científicos han descubierto que estas islas sumergidas aún conservan características como playas, acantilados y dunas de arena. Algunas están situadas a tan solo 60 metros por debajo de la superficie del agua. Es posible que durante la última Edad de Hielo, con niveles del mar significativamente más bajos, estas tierras pudieran haber albergado vida silvestre.
El geólogo afirmó que el cese de las erupciones volcánicas provocó una mayor solidificación de la lava, lo que contribuyó al hundimiento de las islas en el océano.
Además, Platón y sus contemporáneos tenían una perspectiva más solemne que la del pueblo actual: creían que sus escritos eran la verdad inequívoca.
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