Nuestro mundo es parte de universos cuánticos paralelos

Nuestro mundo es parte de universos cuánticos paralelos

El entrelazamiento cuántico y la superposición pueden parecer fenómenos extraños, pero en última instancia crean realidades estables como la nuestra.

Todo lo que vemos a nuestro alrededor, cualquier objeto y fenómeno, y por supuesto las personas, forman parte del mundo clásico. Este mundo está regido por las leyes de la física clásica.

Pero la mecánica cuántica nos permite ver las particularidades de un mundo diminuto en el que los átomos y las partículas subatómicas desempeñan el papel principal. Este mundo se llama cuántico y alberga cosas aparentemente muy extrañas que a veces contradicen la física clásica.

Por ejemplo, en el mundo clásico, el agua solo puede estar en uno de tres estados a la vez: líquido, sólido y gaseoso. No puede estar en dos estados al mismo tiempo. Pero en el mundo cuántico, una partícula puede existir en varios estados al mismo tiempo debido a un fenómeno conocido como superposición.

Muchos otros fenómenos hacen que los mundos cuántico y clásico sean completamente diferentes, aunque nuevos modelos muestran que el mundo clásico surge de una gran cantidad de universos cuánticos paralelos.

Los físicos creen que el surgimiento de nuestro mundo no requiere condiciones especiales y es natural e inevitable. El estudio fue publicado en la revista Physical Review X.

Según la interpretación de los múltiples mundos de la mecánica cuántica, cada vez que se produce una medición cuántica, el Universo se divide en diferentes partes, cada una de las cuales crea un mundo paralelo con su propia realidad especial.

Según la interpretación de los múltiples mundos de la mecánica cuántica, cada vez que se produce una medición cuántica, el Universo se divide en diferentes partes, cada una de las cuales crea un mundo paralelo con su propia realidad especial.

Los físicos proponen que nuestro mundo clásico es una de esas partes estables. En estas realidades diversas, la experiencia clásica familiar no sólo es posible, sino que es una consecuencia inevitable de cómo se comportan los sistemas cuánticos a nivel macro.

Las conclusiones de los físicos se confirman mediante la modelización de diversos sistemas cuánticos, en los que los autores del estudio analizaron la evolución de estos sistemas en 50.000 niveles de energía diferentes. La modelización demostró que pueden surgir grandes áreas estables en el Universo.

Cuando los físicos cambiaron los niveles de energía, la fuerza de los enlaces y otras condiciones iniciales de los sistemas cuánticos, esto todavía resultó en la creación de partes similares del universo.

Por lo tanto, los físicos llegaron a la conclusión de que la creación de un sistema clásico, que obedece las leyes de la física clásica, a partir de eventos cuánticos es un proceso natural e inevitable.

Según la interpretación de los múltiples mundos de la mecánica cuántica, cada vez que se produce una medición cuántica, el Universo se divide en diferentes partes, cada una de las cuales crea un mundo paralelo con su propia realidad especial.

Este no es el primer estudio que vincula los mundos clásico y cuántico utilizando la interpretación de los múltiples mundos de la mecánica cuántica.

Anteriormente, los físicos intentaron conectar los dos mundos centrándose en la decoherencia cuántica, un fenómeno que sugiere que los sistemas cuánticos pierden su extrañeza, como el entrelazamiento y la superposición, cuando se miden a nivel macro.

Pero estos estudios se basaban en ciertas condiciones y suposiciones para obtener sus resultados. El nuevo estudio muestra que los sistemas clásicos deben surgir de eventos cuánticos sin ningún ajuste fino.

Los físicos creen que, aunque los fenómenos cuánticos parecen caóticos y producen muchos resultados, pueden producir un conjunto de propiedades que permanecen constantes y estables. Por lo tanto, los científicos creen que nuestro mundo clásico en realidad surge de manera natural del mundo cuántico.

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