Percy Fawcett y como abatió una serpiente gigante

Era el año 1907, dos décadas antes de su famosa desaparición, y el explorador británico Percy Fawcett surcaba las aguas del río Negro en una imponente embarcación, acompañado por su tripulación indígena. Las historias relatan que, de repente, avistó la gran cabeza triangular de una criatura emergiendo del agua, a escasa distancia de la proa del barco. Sin dudarlo, abrió fuego. Impactó a la bestia en la espalda y, tras una breve lucha, logró acabar con su vida.
«Desembarcamos con cautela y nos acercamos al reptil. Aunque estaba fuera de combate, escalofríos recorrían su cuerpo como ráfagas de viento sobre un lago de montaña. Según nuestras estimaciones, su longitud era de 13.7 metros fuera del agua y 5.1 metros dentro, lo que sumaba un impresionante total de 18.8 metros…», anotó Fawcett en su diario.
Percy Fawcett era reconocido por su rigor y sensatez como militar. En aquel tiempo, formaba parte de la Royal Geographical Society, dedicándose a la cartografía de los ríos Abuna y Acre. ¿Es posible, entonces, que aún existan o que hayan existido recientemente serpientes gigantes en los rincones más profundos del Amazonas? Después de todo, la serpiente más grande jamás documentada por la ciencia fue hallada en esa misma región…