No te digo cosas para que me creas.
No busco que aceptes mis palabras como verdades absolutas ni que te enfrentes conmigo por discutirlas. Lo que quiero es abrir una puerta, una puerta que muchos prefieren mantener cerrada.

Tampoco te digo esto para que discutas.
Porque discutir sin cuestionar, sin buscar más allá, solo alimenta el ruido y la confusión. No quiero debates estériles ni peleas por demostrar quién tiene razón.

Te lo digo para que investigues.
Para que salgas de la cómoda burbuja de la información oficial y empieces a cavar por ti mismo. Para que uses tu mente, tu intuición y tus ganas de descubrir la verdad oculta. La verdad que no te cuentan, que esconden tras capas de desinformación, distracción y manipulación.

Investiga, no para confirmar lo que ya crees, sino para desafiarlo, para poner en jaque todo lo que te han dicho. Solo así podrás acercarte a lo que realmente está pasando, a lo que los poderosos quieren mantener oculto.

No confíes ciegamente. No te conformes. No te quedes callado.
Investiga.